Los municipios de menos de 50.000 habitantes pueden optar, cada año, al premio María Moliner. 360 bibliotecas públicas de todo el territorio nacional son premiadas con 2.700 euros por incluir en sus proyectos aspectos como la animación a la lectura, fidelización, integración social y cuidado del medio ambiente. Para ello, se pide un presupuesto «equilibrado y justo para comprobar que es factible», explica Rubén Gómez, bibliotecario de Villamuriel.
Cada año, según cuentan desde el centro cerrateño, preparan un proyecto en septiembre. Posteriormente, acomodan esas propuestas al plazo del premio, de julio a marzo del año siguiente. «Preparamos un proyecto general y lo adaptamos a las actividades que caben en ese plazo. Incluimos lo fuerte y luego añadimos otras pequeñas cosas que van surgiendo con el tiempo», comenta Gómez.
Durante todo el año, la biblioteca organiza todo tipo de actividades. Sobre todo, se centra en la animación a la lectura, pero incluye otras como teatro, cursos, música, o, incluso, cine. «Hemos hecho presentaciones de libros, exposiciones y también hemos traído autores», apunta Gómez.
La colaboración es un punto muy importante que tiene en cuenta el premio María Moliner. Las bibliotecas no solo deben organizar actividades, sino que también deben ceder sus espacios para que otras asociaciones celebren las suyas propias. «El premio no es solo las actividades que organizamos nosotros, sino también las que organizan otros colectivos y se celebran aquí. Podemos hablar de cursos de pintura, música o teatro», comenta el bibliotecario.
Lectura. La organización de actividades y la cesión de zonas como las aulas o el auditorio a otros grupos es clave para recibir el premio, aunque desde la biblioteca advierten que no se olvidan de los libros y la lectura. «Tenemos muchos objetivos, pero lo más importante es que tengamos los libros correctos para los lectores adecuados y que sigan viniendo», comenta.
De esta manera, el premio, además de por el prestigio del reconocimiento, pasa por ser una ayuda para seguir creciendo. El presupuesto del Ayuntamiento, al final, se ve limitado. Sin embargo, gracias a la dotación de los 2.700 euros del premio, la colección de libros puede estar actualizada. «Al final, la gente siempre quiere leer lo último y es normal», remata Gómez.
acogida. Desde el Ayuntamiento destacan que lo más importante es «la buena recepción de la gente. Demanda estar a la última en libros y en programación cultural. Es una fortaleza que la gente de Villamuriel responda y eso nos anima a seguir mejorando», explica el concejal de Humanidades y Turismo José Antonio Obispo.
En la actualidad, el centro es el lugar en el que se celebra la mayoría de la programación cultural del municipio. «Sobre todo, hay dos momentos fuertes, la Semana de las Bibliotecas, en octubre, y el Día del Libro, el 23 de abril» explica el edil.
El auditorio es sede de las obras de teatro representadas en Villamuriel. Dado que la colaboración con otras administracones es tan importante para el premio, la biblioteca se adhiere al programa Platea del Ministerio de Cultura. Así, le permite disfrutar de obras propias de teatros de Madrid, «lo que viene a sumar a las propuestas del Ayuntamiento», explica Obispo.
Otro de los puntos a destacar del edificio es la reciente inclusión de una exposición de fósiles. Rafael Martín, un vecino de Villamuriel donó una excelente colección paleontológica a treinta años. Actualmente, 700 de esas piezas se encuentran expuestas en Fossilium. Sin embargo, la colección llega a las 10.000 y el Ayuntamiento espera transportarlas pronto.
La biblioteca, además, cuenta con un horario amplio, abriendo por las mañanas y tardes. En temporada de exámenes se amplía.