Fue una de las más insignes escritoras pero también fue de vida solazada llegando a pasar por toda la gama de colores; desde la felicidad más absoluta a pasiones de enorme angustia. Nace en marzo de 1814 de una cubana y padre sevillano de nombre Manuel Gómez de Avellaneda que había llegado a la isla siendo teniente de navío de la Armada Española para ocupar el puesto de comandante de Marina. De ella decían: «Era una mujer, pero lo era sin duda por un error de la naturaleza que había metido por distracción un alma de hombre en aquella envoltura femenina». Escritora y poeta, a sus 44 años ya había logrado todos los triunfos permitidos a la mujer española y estrenaba en el Teatro Novedades de Madrid su obra Baltasar. 
Gertrudis, a los 12 años, ya había escrito en verso una tragedia sobre Hernán Cortés y, a los 15, era una criolla bellísima con esa plenitud temprana que suelen deparar los países cálidos a las adolescentes. Está llena de fantasía, tanta que la familia se inquieta y cree que si le daban marido aquello se acabaría. Así que eligieron a un pariente solterón bastante rico pactando celebrar la boda al cabo de tres años. La criolla acepta, pero en  una tertulia que frecuenta aparece un mozo de nombre Loynaz y un sentimiento nuevo nace en ella. Y llegan las vísperas de su casamiento con el novio impuesto y no es capaz de llevar a cabo su sacrificio y se escapa de casa. Romper un compromiso nupcial en aquellos tiempos no estaba bien visto y en su biografía ella refiere: «Constituyó piedra de escándalo en la sociedad isleña» y más en familias ricas que estaban llenas de prejuicios. Y cómo sería aquello que para público escarmiento su abuelo la deshereda. Fallece el padre que le inculcó un cariño inmenso hacia España, lo cual despierta en ella sus ansias de vivir fruto de tantas reprimendas. Su padrastro vende todas las propiedades y en 1836 la familia recala en la Península. 
Y mi espacio se acaba, pero si tienen curiosidad por la vida en todo intensa de esta extraordinaria mujer rechazada por la RAE por serlo, lo mejor es remitirse a su fascinante y  valiente biografía en defensa de la justicia y libertad femenina.