«¡¡Se hunde la iglesia!!»

Fernando Pastor
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/ Cerrato insólito

«¡¡Se hunde la iglesia!!»


Semana Santa de 1949. En Hérmedes de Cerrato la misa iba a celebrarse con la presencia de un grupo de misioneros, lo que hizo que el templo estuviese a rebosar, ya que era obligado acudir a lo que se denominaba las misiones, de ahí que estuviera todo el pueblo. El coro, en la parte superior, también estaba lleno, y al calcar en el suelo sonó un poco la madera y se desprendió un yesón de la bóveda, ligeramente resquebrajada. Suficiente para que la señora Columbia se asustara y gritara «¡¡se hunde la iglesia!!». 


Lo escucharon en la parte de abajo, cundió el pánico y se desató una estampida para salir atropelladamente. Quienes estaban en el coro saltaron sobre los confesionarios ya que las escaleras estaban colapsadas. En la parte de abajo, la gente mayor rodando por el suelo; intentos de sacar a los niños arrastrándolos entre las piernas de la gente; saltos por encima de los bancos; un mar de zapatos y otros enseres sueltos.


Fue más el peligro creado por el tumulto que por un hipotético hundimiento que no se produjo. Sin embargo, no se volvió a abrir el templo al culto por temor. 

«¡¡Se hunde la iglesia!!»«¡¡Se hunde la iglesia!!»


Hasta que se construyó una nueva iglesia la misa se celebró desde entonces en una ermita y en un local municipal, y las ceremonias de Primera Comunión se hacían al aire libre en la plaza.


Pese a que no parece que estuviera dañada la estructura de la iglesia, dado el temor que cundió y la negativa de los vecinos a entrar, fue finalmente derruida. 


Al derruirla afloraron huesos de enterramientos de curas, así como objetos de valor, que permanecieron tirados y luego fueron, poco a poco, desapareciendo. 


Se trataba de un templo muy antiguo y bonito, en el que cuando había algún funeral se tocaban las campanas tirando de una cuerda. Lo hacían los chicos, y a veces ataban unas a otras o las unían con bufandas para que un único chico pudiera manejar o tocar dos campanas a la vez.


Sobre el mismo solar se construyó una nueva iglesia. En ella participó todo el pueblo. Los agricultores llevaban el agua para hacer el cemento con los machos desde la fuente. Los albañiles acudían desde Baltanás en bicicleta.


CAE LA TORRE DE LA IGLESIA DE HERRERA DE VALDECAÑAS.

Pocos años antes de este suceso ocurrió algo similar en Herrera de Valdecañas, pero con derrumbe real. Se estaba celebrando el bautizo de un niño, Julio, cuando se cayó la torre la iglesia de Santa Cecilia, construida en el siglo XIII y que había sido declarada Bien de Interés Turístico Nacional.


Fue un 26 de abril de 1947 a las tres y media de la tarde, fecha y hora de las que quedó constancia por una coplilla que se compuso al efecto. Poco antes se había desatado un fuerte nublado que descargó granizo y asoló los viñedos; tras escampar, las campanas tocaron a misa. Poco antes de finalizar se produjo el derrumbe, dejando atrapados en el interior a los asistentes al oficio.


Los vecinos que estaban en el exterior se apresuraron a rescatar a los atrapados, quitando cascotes como podrían, abriendo paso finalmente por el lado del cementerio.


No hubo víctimas mortales, pero sí escenas de pánico al ser liberados de entre los escombros.


En Cevico de la Torre, la víspera del día de Reyes se desplomó le techo de la iglesia, causando destrozos en el coro, los bancos, la tarima, etc.


En Castrillo de Don Juan, una Nochevieja se desplomó el campanario. Solo una casualidad evitó una tragedia. Es tradición que los quintos hagan una hoguera junto a la iglesia y canten las uvas con las doce campanadas. En esa ocasión ya habían llevado leña de un lagar y se disponían a encender la hoguera cuando alguien les llamó desde el bar para que se acercaran allí un momento, y estando allí fue cuando se desplomó el campanario. Quizás la causa fuera la impresionante nevada que había caído ese día. 


OTROS CASOS. En el año 1755 se cayó la torre de la iglesia de Castrillo Tejeriego.


El 13 de marzo de 1935 se desprendió una piedra de la iglesia de Villalaco, muriendo dos niñas que estaban jugando en los aledaños y quedando heridas otras dos. El 2 de noviembre de 1953 se desplomó toda la torre, siendo reconstruida a mano por los vecinos.


En Fuentes de Valdepero se desprendieron dos piedras de la bóveda, causando un gran boquete en el suelo. Aquello ocurría en 1958. 


Mucho antes, en el siglo XIV, al poco de ser construida, se desplomó la iglesia de Palenzuela, que posteriormente sería reconstruida.


Otra fecha a recordar es la del 16 de agosto de 1642, cuando un tornado derribó varias viviendas y la iglesia de Valles de Palenzuela, localidad del Cerrato burgalés.


Los soldados franceses, en la denominada francesada, causaron daños en diversas iglesias del Cerrato. Así, en  Quintana del Puente provocaron el derrumbe de la iglesia, quemándola. Mientras era reconstruida se formaron altares hechos con los cartones de las cajas en las que se importaba tabaco de Cuba. En el proceso de restauración se hallaron objetos de gran valor: una cruz procesional de plata, ropa, una naveta, un misal del siglo XVIII, etc.


En Tariego de Cerrato, a los daños causados en la iglesia se unió el robo de las campanas, excepto una.


Por otro lado, un terremoto derrumbó una parte de la iglesia de Villafruela. Se reconstruyó, pero aún se nota el empalme.


Son numerosas las iglesias del Cerrato que han sufrido incendios. Cabría destacar el de Renedo de Esgueva, el 16 de agosto de 1891, que arrasó todo el interior del templo; o el de Villahoz, en 1911, que destruyó la bóveda y motivó que la iglesia permaneciera mucho tiempo sin tejado.