Si hubiera que trazar el skyline de la ciudad, una de las siluetas más reconocidas de esta particular panorámica por palentinos y turistas sería la torre de la iglesia de San Miguel. Un edificio que, junto al Cristo del Otero de Victorio Macho y la catedral de San Antolín, se configura como uno de los grandes iconos de la capital.
Sin embargo, el templo está tomado desde hace algún tiempo por la vegetación. Malas hierbas y musgos que afean la imagen de uno de los monumentos más retratados por quienes eligen Palencia para sus escapadas. Así lo denuncia la Asociación Cultural Tradicionalista Fernando III el Santo, que lamenta el «estado de abandono» al que están sometidas la fachada y la torre del edificio.
«No es admisible que la vegetación se esté apoderando sin oposición de un lugar tan simbólico para los palentinos, y que además es el inequívoco emblema arquitectónico de la ciudad desde que fuese construida en el siglo XIII por el obispo don Tello Téllez de Meneses, durante el reinado de Fernando III el Santo», apuntan desde el colectivo.
A renglón seguido, aseguran que es «profundamente contradictorio hablar del fomento de nuestra cultura, historia y patrimonio mientras observamos situaciones como esta».
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