Dueñas es una de las localidades palentinas que mezcla su pasado con vino. El rico patrimonio del municipio sería imposible de describir sin esta bebida alcohólica. Según la Asociación de Bodegas y Casas-Cueva de Dueñas (ABCD), la ciudad cerrateña cuenta con 168 bodegas catalogadas y 94 casas-cueva repartidas en cuatro barrios, unas cifras que reflejan la importancia del mundo subterráneo eldanense.  

Los cerca de setenta visitantes (repartidos en dos grupos) que tomaron parte ayer en la octava ruta guiada, únicamente vieron cinco bodegas y una casa cueva de la zona de La Tejera y Santa Marina, pero pudieron hacerse una buena idea de la arquitectura popular ligada al vino en Dueñas, que en muchos casos hunde sus raíces en la Edad Moderna. El presidente de ABCD, ValentínRincón, comentó durante el recorrido que los espacios donde se almacenaban las barricas solían ser más grandes que en otros pueblos y que, a la hora de construirlos, se utilizaban piedras de buena calidad en la zona de la entrada. Además, explicó la singularidad de las casas-cueva de la ciudad, unas construcciones que en otros puntos cayeron en el olvido y en territorio eldanense se mantuvieron. El objetivo de la entidad que lidera, que cuenta con unos 70 afiliados, es «promocionar» y «poner en valor» este patrimonio cultural de la localidad, que en la actualidad está en un estado «aceptable», pero admite que «siempre puede mejorarse». Por su parte, algunos de los participantes también destacaron la necesidad de mantener estos originales inmuebles. «Creo que es muy importante conservar las tradiciones», explicó Guillermo, que se desplazó desde Villamuriel. Javier hizo lo propio desde la capital y aseguró que iniciativas como esta «sirven para que la gente valore el patrimonio de los pueblos», mientras que Jonás, que vive en Francia pero está de vacaciones enVenta de Baños, no quiso perderse esta oportunidad para adentrarse en territorio eldanense.

Los curiosos, que arrancaron el viaje en la iglesia de la Asunción, accedieron a la bodega-centro de interpretación, a una de las casas-cueva y las bodegas de Lorenzo Villullas, Fernando de Vena, Domingo Caballero y Satur Mesa. Además, durante la visita se llevaron a cabo dos catas con vinos de Remigio de Salas, de Dueñas, y Carreprado, de Alba de Cerrato.