Los puestos ya están recogidos y los disfraces ya están en los armarios, pero aún queda el buen gusto del gran resultado que ha conseguido el octavo Salón del Manga y del Cómic que se clausuró ayer después de tres jornadas exitosas.

«Hemos alcanzando los 2.000 participantes, la acogida ha sido muy buena y el público ha salido muy contento del complejo deportivo de Eras de Santa Marina. Este tipo de ocio está viviendo un gran período de auge. El balance es mucho mejor que el de los años anteriores», explicó ayer Alejandro San Martín, miembro la Asociación Akihabara, la entidad que promovió este certamen.

Entre las actividades dominicales más exitosas, San Martín  enumero el concurso de cosplay, que contó con doce actuaciones; la sesión de doblaje espontáneo de Enrique Carmena y Andrea Villaverde y la presentación del libro 1521 Comuneros a cargo de su autor, Cándido Cisneros. No obstante, el resto de la programación del salón tampoco se quedó atrás. «Hubo mucha gente echando partidas a los videojuegos, disfrutando de las charlas y actuaciones y jugando en la zona exterior a los juegos de mesa y al jugger», añadió.

En la edición que acaba de concluir, se montaron las exposiciones de Juan Villa y de los alumnos de la escuela de arte y se celebraron conciertos y talleres. Además, muchos visitantes acudieron disfrazados de sus personajes de ficción favoritos. 

Con estos resultados, desde Akihabara ya tienen en mente la planificación del próximo festival palentino del manga y el cómic, que se desarrollaría, o al menos esa es su intención, durante el último fin de semana de junio de 2023.