En relación con el artículo firmado por el que suscribe titulado Rosina y encuadrado en la serie Cerrato Insólito, publicado en este periódico el pasado 19 de diciembre, manifestar lo siguiente: Se ha recibido en este periódico un burofax firmado por doña Rosario Cuadros García, exigiendo rectificación de algunos datos contenidos en el citado artículo por considerar que resultan injuriosos hacia su tía, doña Pilar Cuadros Salas, por atentar contra su honor y prestigio.
Lo narrado en el artículo no es invención del autor sino recogido (hay constancia sonora) de fuentes consultadas, personas que tuvieron estrecha relación con Rosina. No obstante, reconozco que no dejan de ser manifestaciones unidireccionales y realizadas muchas décadas después de los episodios referidos, por lo que el relato puede adolecer de fallos de memoria y no ajustarse plenamente a la realidad.
De hecho, tras la publicación del artículo algunas personas de Dueñas vertieron comentarios en una red social en los que aunque confirman algunos datos contenidos en el artículo (como la existencia de Rosina, el recuerdo de doña Pilar Cuadros y el hecho de que Rosina residía en la casa parroquial), también desmienten otros, como que Rosina trabajase para doña Pilar Cuadros, afirmando que quien trabajaba para doña Pilar Cuadros era la señora Teodosia, en línea por tanto con lo afirmado en el burofax.
Puesto posteriormente en contacto con otra fuente también muy cercana a Rosina, me indica que esta no trabajó para doña Pilar Cuadros pero que el padre de Rosina sí lo hizo para la familia Cuadros (no para ella, sino para su padre), ejerciendo labores de capataz o cachicán. Así como que Rosina fue ama de los curas.
Dicho todo lo anterior simplemente como contexto al artículo, su origen y sus repercusiones, por mi parte manifestar lo siguiente:
• El artículo pretendía tener como protagonista a Rosina, no a doña Pilar Cuadros. Siendo todo lo que se narra en él tendente a hablar de las reacciones de Rosina.
• En su redacción no ha habido intención injuriosa hacia doña Pilar Cuadros. Otra cosa distinta es el resultado que haya podido causar, sin intención, y del que no me duelen prendas en solicitar disculpas.
• Las manifestaciones de doña Rosario Cuadros García en el burofax remitido a este periódico son sin duda más certeras en lo concerniente a su tía, doña Pilar Cuadros, dada su cercanía de parentesco que posibilita un mejor conocimiento y por tanto merecen ser reseñadas, tanto para conocimiento de los lectores como por su derecho a la rectificación.
Por tanto destacaré los principales párrafos del burofax:
«El cachicán o capataz que dice el artículo que tenía la familia Cuadros nunca existió y por tanto desconocemos la existencia de esa tal Rosina que nunca pudo atender a mi tía Pilar Cuadros y por tanto ni fue su sirvienta ni ama del cura. Cuando estaba en el pueblo de Dueñas, doña Pilar iba a misa a pie y, si acudía al coto de San Isidro, la llevaban en coche de caballos, nunca en carroza.
La nota del ratón que cuenta el autor en el artículo es simplemente mentira, invención del mismo (…). Ni tan siquiera bebía leche.
Las dos empleadas que tuvo doña Pilar fueron hijas de un vecino de Dueñas, la última Teodosia».
Sirva la reproducción del anterior párrafo para rectificar los datos erróneos que pudiera contener el artículo, dando voz a quien mejor conocimiento tiene de los hechos tratados.
Aprovecho para ponerme a disposición de doña Rosario Cuadros García y cuantos familiares de doña Pilar Cuadros Salas lo deseen, para glosar debidamente la figura de esta, en los términos que crean conveniente, en una nueva entrega de la serie Cerrato Insólito.
Como vecina de esta comarca que fue doña Pilar, su figura merece con toda seguridad ser glosada, y en los términos que expresen quienes mejor la conocieron, sus familiares.