Tenemos que seguir trabajando por compaginar culto y cultura

César Ceinos
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El responsable último de la exposición conmemorativa del séptimo centenario de la colocación de la primera piedra de la catedral capitalina asegura que su éxito obedece "a lo que expusimos, dónde lo expusimos y cómo lo expusimos"

José Luis Calvo Calleja - Foto: Sara Muniosguren

El delegado diocesano de Patrimonio, José Luis Calvo Calleja (Lobera de la Vega, Saldaña, 1951), ha sido el comisario de Renacer, la gran exposición conmemorativa del séptimo centenario de la colocación de la primera piedra de la catedral palentina. Esta muestra, que se clausuró hace una semana con un balance de 67.133 visitantes, se inauguró en junio, pero los preparativos comenzaron varios años antes y sufrieron el paso de la pandemia de coronavirus, que retrasó todo el proceso. 

Para llevar a cabo esta labor, confiaron en una persona que contaba con experiencia, ya que en el pasado fue el responsable de las exposiciones de Las Edades del Hombre en Aguilar de Campoo (Mons Dei, 2018) y en Carrión de los Condes (Lux y Ecce Mater Tua en 2021 y 2022). Además, es miembro de la comisión de laFundación de Las Edades del Hombre y canónigo fabriquero de la seo.

¿Qué supuso para usted comisariar la exposición Renacer? 

Ser el comisario de la exposición de los 700 años de la catedral fue un orgullo para mí. Las muestras de Las Edades del Hombre son una más, pero esta es única. Es la exposición. Por otro lado, también supuso un compromiso para trabajar por la diócesis de Palencia, por la catedral y por el séptimo centenario. 

¿Cuál fue su papel durante estos últimos meses?

Un comisario tiene la misión de participar en la selección de las obras y en la gestión de las piezas expuestas, tanto las propias de la catedral y las que llegaron de la diócesis palentina como las procedentes de otras seos, museos nacionales y fundaciones privadas. Entre ellos cito a las catedrales de Segovia, Burgos y Toledo; al Museo del Prado de Madrid, el Museo Marés de Barcelona, el Museo Goya de Zaragoza, El Patriarca de Valencia, la Real Fundación de Toledo-Roca Tarpeya y la Fundación González Serna-Urbán.

Además, es el encargado de coordinar los textos y los contenidos de la propia exposición, lo que, hablando en otros términos, viene a ser el relato, el guion o el hilo conductor de la muestra. Todo esto queda después reflejado en el catálogo que se publicó. Por otro lado, explica y acompaña a todas las autoridades que visitan la exposición. Es la imagen hacia el exterior de la muestra, pero no el que hace todo el trabajo. En este caso, desarrollé una labor junto a un equipo compuesto por arquitectos, aparejadores, electricistas, guías, obreros, asesores y personal de seguridad. Además, en la oficina, AntonioRubio López ha estado junto a mí para llevar la gestión diaria desde antes del inicio de la exposición.

Otro punto importante fue la promoción de Renacer en medios locales, regionales, nacionales e internacionales. Además, en esta tarea, estuve, de manos de la Junta de Castilla y León, presentando la muestra en Aranda de Duero y en Madrid (Museo Reina Sofía, Casa de Palencia y Real Casino), atendiendo a la prensa siempre que lo precisó y forjando enlaces con directores de museos y profesores de universidad.

Las puertas de la catedral ya están cerradas. Actualmente se está recogiendo la exposición y algunas piezas ya han vuelto a su lugar de origen tras seis meses en Palencia. ¿Qué balance hace de Renacer?

Muy bueno. Ha sido una exposición única que se merecía el séptimo centenario del templo. La catedral es ahora más conocida, más visitada, más valorada y está puesta en el mapa nacional e internacional. Hemos recibido a visitantes de todas las provincias de España y de 55 países. Los objetivos se cumplieron.

La muestra fue un éxito gracias a lo que expusimos, dónde lo expusimos y cómo lo expusimos. Nuestras propuestas eran mostrar la catedral transformada tras ser restaurada, limpiada, iluminada y abierta totalmente; enseñar las obras de la propia seo articuladas dentro de un discurso expositivo; acoger obras maestras de la diócesis de Palencia; recibir y disfrutar de piezas de otros lugares; y unir contenido y continente creando un relato de diálogo entre fe y cultura, enlazando arte y fe, evangelización y celebración porque el origen y el uso de la belleza expuesta es el culto católico.

Creo que vamos a tardar bastante tiempo en tener una exposición en Palencia de la categoría de Renacer. Ojalá no, pero vamos a tardar.

¿Con qué novedades presentaron la exposición al público?

La forma de exponer fue distinta. Se concibió a partir del número 7 porque la celebración era de 700 años. Por ello tenía siete capítulos.También presentamos recursos novedosos, como la utilización de telas que acariciaban y resaltaban muros, telas y espacios sin impedir ver el templo. Otras claves fueron acercar las obras al espectador, aunque esto también tenía un riesgo, la apertura de espacios de la catedral que estaban cerrados, como algunas de las capillas; y la recuperación de obras que han estado tapadas, como los azulejos de la capilla mayor, los sepulcros de la sacristía y dos telas (la del monumento de la capilla de Santa Úrsula llamada la Sarga, de Juan de Villoldo, y el almaizar fatimí hecho en Egipto hace mil años).

La muestra incluyó unas 160 obras firmadas, en algunos casos por artistas de renombre, como El Greco, Victorio Macho, Juan de Flandes, Gil de Siloé, Pedro y Alonso Berruguete, Juan de Juni o Juan de Valmaseda. ¿Qué piezas costó más que llegaran a una catedral que comenzó a construirse en 1221?

Mi hermano Marcelo, de Victorio Macho, costó muchas gestiones y dinero que volviese a Palencia. Se encontraba en una cripta con un acceso muy pequeño y era muy difícil sacarlo de allí. Pusieron como condición para que formara parte de la exposición que se determinara si era posible extraerlo de su lugar de origen enRoca Tarpeya, en Toledo. Hemos tenido que recurrir a la mejor empresa de España para ello, en la que confían los museos nacionales. 

El Museo del Prado nos prestó la tabla de la Resurrección de Lázaro de Juan de Flandes (que perteneció a la parroquia capitalina de SanLázaro) porque la diócesis le dejó tres obras para sus exposiciones: el Santo Entierro de Alonso Berruguete de Fuentes de Nava, la Virgen de Chichinquirá de Autilla del Pino y la cruz mexicana de cristal de roca, una pieza única.

Además, hemos conseguido alguna obra más gracias a la labor de algunos intercesores.

¿Se quedó sin formar parte de Renacer alguna pieza en la que estaba interesado?

Hicimos muchas gestiones con el Museo Arqueológico Nacional (MAN) para que estuviera en Palencia una arqueta islámica del sigloXI, una de las piezas más importante del centro. Inicialmente se negaron, luego dijeron que sí, pero ya estaba cerrada la gestión económica, nos imponían muchas condiciones y desistimos.

También pedimos al Museo del Prado la vuelta de La Crucifixión de Juan de Flandes que perteneció al retablo mayor de la catedral. Actualmente, según ellos, es una de las diez piezas pictóricas imprescindibles y no fue posible que nos la prestaran. Hemos exhibido una magnífica copia fotográfica que nos proporcionaron, pero la original, la que tenía que haber estado aquí, no. 

Tampoco fue posible traer un Greco de Monforte de Lemos (Lugo), pero finalmente llegó El Salvador del mismo autor que está en la catedral de Toledo. Además, vino la obra maestra de Gil de Siloé de la seo burgalesa, Santa Ana Triple, y la Fuente de la Gracia de Van Eyck de la catedral de Segovia, que son iconos del arte.

¿Qué criterios siguío para solicitar obras a otras instituciones?

Las obras que pedimos y que nos han prestado estaban relacionadas con Palencia y con su catedral. Por ejemplo, como teníamos unGreco  reclamamos cuadros de este autor. La pieza de Juan de Flandes de El Prado era de aquí y el Berruguete del Museo Goya de Zaragoza era de Guaza de Campos. En cambio, la Fuente de la Gracia segoviana la pedimos porque en la seo palentina hubo una hasta el año 1800 y que en la actualidad está en Cincinatti (Estados Unidos).

Recientemente, la Diputación propuso la renovación del convenio con la Diócesis para poner en marcha el noveno Taller de Restauración de Bienes Muebles. ¿En Renacer se pudo ver alguna de las piezas que pasaron por esta iniciativa en años anteriores?

Sí, hemos mostrado obras rehabilitadas gracias a este acuerdo con la institución provincial. Entre ellas destaco el Frontal de los Pajarillos, una pieza extraordinaria; la pintura al óleo del Martirio de Santa Úrsula; el ara románica más antigua de la Diócesis y ropa de obispos.

¿Cuanto trabajo esconde una muestra de estas características?

Renacer es lo que se vio, pero detrás hubo un trabajo ímprobo e impagable. En 2020 comenzamos las gestiones de esta exposición. Además, nos pilló la pandemia de coronavirus, lo que trajo consecuencias.Tuvimos que cambiar en tres ocasiones la inauguración de Renacer. Se fue retrasando el inicio. Primero iba a ser enSemana Santa; luego, a finales de mayo, y finalmente, el 17 de junio, la fecha en la que realmente se estrenó la exposición.

Aunque hay que destacar que la puesta a punto de la catedral fue anterior, con las obras de restauración que se iniciaron en 2018 y que fueron financiadas a través del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento.

Por otro lado, también es importante destacar que traer estas obras maestras supuso un importante desembolso económicos en seguros. Eso la gente no lo sabe, pero hay piezas con una póliza de seguro que asciende a millones de euros.

¿La salida en octubre del El martirio de San Sebastián de El Greco que se conserva en el museo catedralicio fue una mala noticia para Renacer?

No. La exposición se fue retrasando y el préstamo del cuadro ya estaba pactado con el Museo de Bellas Artes de Budapest (Hungría).Tuvimos que cumplir con lo firmado. También faltó unos meses el Santo Entierro de Alonso Berruguete de Fuentes de Nava, que fue trasladado al Museo del Prado para formar parte de la exposición Otro Renacimiento: artistas españoles en Nápoles.

Estas dos piezas fueron sustituidas por obras extraordinarias de mucho nivel. La deEl Greco, por La Virgen, el Niño y San Juanillo, de Andrea del Sarto (el gran discípulo de Rafael Sanzio) y la de Berruguete, por el Santo Entierro del maestro de Becerril, que fue un seguidor del autor del cuadro anterior. Además, El martirio de San Sebastián se pudo ver en una fotografía de idéntico tamaño a la obra original.

Inicialmente la clausura estaba prevista para el 11 de diciembre, a la conclusión del puente de la Constitución y de la Inmaculada Concepción, pero la Fundación del Séptimo Centenario de la Catedral de Palencia anunció una prórroga hasta el 8 de enero. ¿Les hubiera gustado que estuviera abierta durante más tiempo?

Era imposible ampliar más Renacer. En primer lugar, la Fundación no podía afrontar los gastos económicos de más prórrogas porque no solo hay que pagar a los trabajadores. Teníamos medidas de seguridad las 24 horas del día. 

Por otro lado, no nos pusieron muchas pegas con las obras prestadas para la ampliación, pero ya estaríamos hablando de una segunda y los trámites son complicados. Se tendrían que volver a reunir patronatos de las instituciones que nos las dejaron, por ejemplo. Por último, durante diciembre, un mes con muchos festivos, las expectativas de visitantes son altas, pero en enero no. No procedía otra ampliación.

¿Piensa que, en ciertos aspectos, se podían haber tomado otras decisiones para que el resultado de la exposición hubiera sido aún más satisfactorio?

Creo que tenía que haberse destinado más recursos económicos y más publicidad.Tal vez tuvo que haber más implicación por parte de las instituciones públicas, de las empresas privadas y de los colectivos palentinos; una apuesta por una mayor proyección a nivel nacional, una mayor coordinación de los actos del séptimo centenario.

¿Qué legado deja Renacer en el templo catedralicio?

No debemos tirar por la borda lo que hemos hecho.Tenemos que continuar trabajando con una catedral que sepa compaginar el culto y la cultura, la fe y el turismo.

Además, tenemos que hacer que templo y obras se muestren de una forma adecuada con una nueva musealización. Se nos está exigiendo una nueva musealización de las piezas y eso es un compromiso que tenemos como diócesis, como cabildo y como instituciones públicas. Tendremos que reubicar las piezas que se quedan, exponerlas y seguir trabajando para que llegue más turismo y la seo sea más conocida.

¿Cuándo volverá a abrir sus puertas la catedral?

Más o menos, creo que en la primera quincena de febrero.Antes no.

¿Qué idea tienen para concluir los actos conmemorativos del séptimo centenario?

Pensamos acabar con una misa de acción de gracias.

¿La celebración del octavo centenario de la seo de Burgos, que se ha desarrollado prácticamente en las mismas fechas, ha podido eclipsar a Palencia?

No lo sé. Creo que la catedral burgalesa tuvo unos presupuestos muy altos y nosotros nos hemos movido en unas cifras más moderadas. No se trata de competir con Burgos. Ellos tienen una catedral en pleno Camino de Santiago y nosotros tenemos que seguir trabajando para que venga el turismo.