José María Nieto Vigil

Sin Perdón

José María Nieto Vigil


Skarlotas

03/03/2023

He sido siempre amante de la buena mesa y mantel, no necesariamente ni extravagante, ni pinturera, por decirlo de alguna manera cuando me refiero a los aromas de la nouvelle couisine. Es decir, a esa tendencia tan 'moderna' y 'actual' conocida como cocina de autor, en la que pocas veces comes mucho y muchas veces comes poco, sin saber lo que estas paladeando y temiendo no saborear la delicatessen presentada a bombo y platillo. Y mejor no preguntar, dado el alegato literario que acompaña a su descripción. No sabes si te estás comiendo una obra de arte, o  estás profanando el templo sagrado de la alta cocina. 
Yo soy más simple, tradicional y casero. Me gusta la comida regional sin adorno ni aspavientos, sencilla, llana y escuetamente. En Palencia se puede comer muy bien y a buen precio, sin necesidad de exigir exquisiteces. Paralela a la calle Mayor, cerca de la antigua Puerta del Mercado, hoy desaparecida, se encuentra la calle Mancornador –ya les hablaré de este singular e interesante término- y, en ella, el  Bar Restaurante Skarlotas. Este discreto, recogido y popular establecimiento, frecuentado por muchos palentinos de condición diversa, ofrece unos suculentos y atractivos menús a módicos importes. De allí nunca te marchas con hambre, tampoco con la sensación de haber sido asaltado a mano armada.
El negocio, ya veterano en el acontecer hostelero palentino, desde el año dos mil, está regentado por el matrimonio de Tere y Joaquín. Los dos, trabajadores infatigables, bregan cada jornada de lo lindo para ofrecer su mejor servicio, sin pretenciosas ampulosidades, al contrario, con extrema naturalidad y sencillez, sin artificios edulcorantes y adornos innecesarios. Algo estarán haciendo bien cuando, día tras día, consiguen llenar su recoleto comedor y mesas situadas junto a la barra del bar. 
Pero… no puedo dejar de citar a Mayte, la simpática y dicharachera camarera del comedor, siempre alegre y resuelta. Nunca la falta una palabra amable y atenta. Sin ella el servicio de sala sería distinto, más monótono. Es la alegría de la huerta. 
 Así pues, el Skarlotas ofrece buna mesa y mantel.