Al son de la dulzaina y en la pared norte de la iglesia de Reinoso de Cerrato, se inauguró el pasado 15 de agosto el Balcón del Cotarro, un nuevo espacio-parque ubicado en el Cotarro de San Cristóbal e integrado por una farola, dos bancos, una papelera, dos mesas con bancos adheridos y un poste de hierro que sostiene un pergamino con un texto que explica el por qué y el para qué de dicha iniciativa que el alcalde ha ideado para solaz de los habitantes.
«Las fiestas de este año 2020, preñado de virus, se mueren en las noches cerradas al desahogo. Un tiempo que tapa los rostros y convierte en fantasmas a las plazas de los pueblos y ciudades. Reinoso no se ha escapado de esta angustiosa situación. Sin embargo, surgen aquí y allá gestos de rebeldía, iniciativas rompedoras, símbolos todos ellos de un deseo liberador», explica al respecto Martín Rodríguez, encargado de leer el texto del pergamino durante la inauguración del espacio, en la que también intervinieron el regidor de la localidad, José Luis Ayuso, y el párroco de la misma.
«Desde ahora, los cerca de 60 censados y los visitantes que se acerquen por estos lares podrán disfrutar de amigables meriendas que, encima de las mesas y rociadas por el buen vino bodeguero, relajarán los nervios del atropello civilizatorio que persigue a nuestros acelerados relojes. La sombra del Cotarro, perenne vigilante de las familias reinoseras, se sentirá enriquecida pro el ensanchamiento de mirada», añade Rodríguez.
«Reinoso podrá ver la comarca donde se ubica, el Cerrato olvidado, pero dispuesto a resurgir si todos, junto a las instituciones, subimos al balcón para divisar nuestros problemas y buscarles solución. El Cerrato necesita balcones para ver y para gritar. Por eso, Reinoso se ha subido al monte y ha construido el Balcón del Cotarro, para proseguir la historia de una Castilla que supo ver más allá de los Pirineos y el Atlántico, superando el raquitismo de la inacción», concluye.