Tragsa plantará 111 árboles tras desbrozar y talar la ribera

Carlos H. Sanz
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Los operarios han apeado más de una veintena de los 64 ejemplares marcados y han iniciado las tareas de limpieza. La actuación más sensible será la adecuación del cauce

Tragsa plantará 111 árboles tras desbrozar y talar la ribera - Foto: Sara Muniosguren

Tres meses. Ese es el plazo que tiene la empresa Tragsa para llevar a  cabo el proyecto de regeneración de la vegetación ribereña en el río Carrión, entre Puentecillas y el puente de la Isla Dos Aguas, que es el nombre técnico de las labores de desbroce de maleza, apeo y saneamiento de árboles contratadas por la Diputación a petición del Ayuntamiento de la ciudad.

Si un juez no dice lo contrario, las labores terminarán a mediados de septiembre y dejarán la ribera del río expedita, tras una inversión de 203.685,33 euros, para llevar a cabo la parte central de la actuación Palencia Río diseñada por el equipo de Gobierno de PP y Cs, y que consistirá en la creación de un circuito biosaludable desde el puente Mayor hasta el parque de Marcelino Champagnat (1.177.965 euros) y de un itinerario peatonal accesible en la ribera urbana del río Carrión entre Puentecillas y el puente Mayor (865.986 euros).

Inicio de los trabajos. Los operarios de Tragsa comenzaron la semana pasada los trabajos contratados conforme a un proyecto en el que se opta por «una actuación de baja intensidad» donde únicamente se talarán aquellos árboles que por su estado sanitario/estructural puedan suponer un riesgo para los usuarios o para la vegetación próxima.

Según consta en el proyecto , «el número de árboles a apear en todo el tramo de actuación es de 64 -en el tramo hay unos 410, según el Consistorio-, lo que supone, menos del 17% de los árboles presentes». De esos 64, ya se ha talado más de una veintena.  

En el proyecto se recoge de forma específica que la elección de los ejemplares a apear se ha realizado tras la evaluación de la vegetación a partir de «un exhaustivo análisis dividido en cuatro etapas», lo que ha permitido clasificar el arbolado en función de su estado sanitario (pudrición, enfermedad, faltas de vigor, edad, capacidad de recuperación, etc.) y estructural (ubicación, diana en caso de colapso, inclinación...). 

Paralelamente a estos trabajos de poda, también se están llevando a cabo los primeros trabajos selvícolas de mantenimiento (podas, desbroces selectivos y saneamientos de la vegetación). En concreto, los planes de Tragsa pasan por el desbroce de 10.718 metros cuadrados y por la poda de árboles, de modo que en aquellos ejemplares de hasta un metro se realizarán realces y para los de mayor tamaño se podará hasta un tercio de la altura total del árbol. En total, está previsto que se realice el saneamiento de 71 árboles que presentan alguna parte seca en su ramaje.

La parte más complicada se desarrollará en el cauce del río, del cual se retirará en 1.947 metros cuadrados toda la vegetación macrófita -aquellas que pueden vivir en terrenos inundados-, y se limpiará y acondicionará el entronque del desagüe, que actualmente genera malos olores, acumula gran cantidad de basuras y está cubierto de arbustos espinosos, lo que impide el acceso de los operarios de limpieza. Finalmente, se reparará y limpiará la valla metálica y la tarima de madera.

La última fase será la regeneración de la vegetación, para lo cual se plantarán «ejemplares arbóreos, de especies autóctonas de ribera, que sustituyan los pies extraídos de la masa y mejoren la calidad ecológica del ecosistema».

En concreto, se plantarán alisos, fresnos, saucos, cornejos y olmos en los diferentes tramos de la actuación. En total, se superarán el centenar de ejemplares, según consta en el proyecto. Paralelamente, con el objeto de recuperar la superficie herbácea preexistente, se llevará a cabo la siembra de una mezcla de herbáceas de bajo mantenimiento y pequeña talla sobre 2.334 metros cuadrados.

El objetivo es que la plantación de nuevos ejemplares permita integrar especies de mayor valor ecológico y propias de la ribera del Carrión que den el relevo a los chopos. La actuación iniciada por Tragsa terminará con las condiciones hidráulicas de la sección del río.

Si todo va marcha conforme a lo previsto, todos los trabajos estarán terminados antes de que comience el mes de octubre. Eso sí, no conviene olvidar que la Plataforma en Defensa del Arbolado ha conseguido mientras se resuelve una posible demanda contra el Consistorio en el Contencioso-Administrativo, la adopción de medidas cautelarísimas. Por ahora, el magistrado no se ha pronunciado sobre el fondo de la cuestión, pero la tala ha parado.

El Plan General de Ordenación Urbana y la protección del arbolado 

La tala de árboles en la capital es un tema espinoso desde que el Plan General de Ordenación Urbana introdujo en 2008 dos artículos, el 154 y el 185, que regulan la gestión del arbolado en la vía pública. En el primero, el PGOU marca de forma muy clara que únicamente se pueden eliminar árboles «por causa de fuerza mayor imponderable». En lo que respecta al artículo 185, dicta que en los ecosistemas de ribera, «se prohíbe toda destrucción o modificación de la vegetación arbórea, arbustiva, de matorral o herbácea de las orillas o márgenes de los cursos de agua». Estos son los artículos que esgrime la Plataforma en Defensa del Arbolado contra la tala en el parque de Jardinillos, donde los tribunales le dieron la razón, y ahora en los trabajos en la ribera del río. El año pasado, el Ayuntamiento intentó reescribir estos artículos pero la modificación del PGOU no se completó con éxito.