La recuperación económica se dejó notar en 2021 con la creación de 132 nuevas sociedades mercantiles en la provincia, un 17 por ciento más que las que se constituyeron en 2020 (113), aunque se disolvieron en Palencia 72 empresas durante el último ejercicio, cuatro más que en el primer año de la pandemia de covid.
Todas las compañías creadas en la provincia fueron sociedades limitadas, sin que naciera ninguna sociedad anónima, y lo hicieron con un capital suscrito de 7,8 millones de euros, un 164 por ciento más que los 2,9 millones de 2020, lo que supone la segunda mayor subida porcentual en este sentido de Castilla y León, que experimentó un crecimiento generalizado en todas las provincias.
Las 132 creadas en Palencia suponen un 4,9 por ciento de todas las nuevas sociedades mercantiles de Castilla y León en 2021, 2.694 en total, un 23 por ciento más que el ejercicio anterior. Por provincias, el aumento estuvo encabezado por Salamanca (36 por ciento con 364); seguida de Burgos, con una subida del 35 por ciento, hasta las 384; y Valladolid, con un 33 por ciento hasta las 732. Por encima de Palencia también se sitúan Zamora y Soria (22 y 29 por ciento). Por su parte, Ávila, León y Segovia registran incrementos más bajos (12, 8 y 5 por ciento, respectivamente).
Pese a las cifras marcadas por Palencia, las organizaciones de empresarios de la provincia inciden en la «incertidumbre» que existe en la actualidad. «Esperamos que se note el freno de la pandemia. Parece que los políticos saben algo que nosotros no: en EEUU no hace falta confinarse y algunos países europeos van en esa línea», asegura el presidente de la patronal CEOE, José Ignacio Carrasco, que considera que eliminar esos días de aislamiento «debe servir para que la economía pase a vivir en certidumbres».
En la misma línea, el presidente de la Cámara de Comercio, Conrado Merino, apunta que «con la bajada en la incidencia del covid se veía un rayo de esperanza», pero lo contrapone al estallido del conflicto entre Ucrania y Rusia y el «mal endémico» que es a su juicio la inflación. «Acabamos el año con más del 7 por ciento, debe volver a ser manejable porque va a constituir un encarecimiento del dinero a la hora de llevar a cabo procesos industriales», añade.
Respecto a las previsiones para este año, desde CEOE no creen que vayan a ser excelentes aunque sí buenas «porque la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) va a frenar la contratación y el despegue de algunas empresas». «Deben valorar si con lo que sacan pueden pagar la propia creación de la sociedad y los gastos que conlleva su día a día. Los que emprendan lo harán asumiendo el riesgo que corren y con mucha certeza de lo que quieren hacer y cómo», expresa Carrasco, que cree en todo caso que la situación se estabilizará y «será difícil que se destruyan más empresas que las que se crean».
Conrado Merino se muestra «contento» por los números positivos, aunque le parecen «insuficientes». Incide en el «cada vez mayor temor» a constituir una empresa y en las trabas burocráticas que, según sus palabras, «quitan las ganas de hacer algo en esta ciudad».
«Son tiempos convulsos y de miedo, miramos a nuestras principales calles y los negocios desaparecen. Por eso hay que poner una alfombra roja a los empresarios que vienen de fuera para generar empleo y evitar que pasen por protocolos inútiles que les den ganas de irse», subraya Merino, que alerta de una base impositiva «cada día mayor» y del incremento de los costes energéticos. También alerta de que Rusia es «nuestra despensa de gas y de muchas materias primas y minerales». «Creía que jamás íbamos a vivir algo así, un movimiento bélico de una magnitud que asusta», concluye.