Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Regreso a la escuela   

07/10/2021

De la Dirección Provincial de Educación y Ciencia me invitaron a participar en la III edición de Dibujando la palabra -fomento lectura- «participativo y cooperativo en el que la literatura e imagen toman forma a través del cual nueve centros de Castilla y León podrán ver, a partir del trabajo conjunto de sus alumnos, mejorar la propia imagen del Centro». Acepté encantada porque me pareció una oportunidad única: Volver a estar en un aula con alumnos, en un colegio del mismo nombre al de Palencia, en el que me había jubilado: Modesto Lafuente, y, por si fuera poco, a 14 Kms. de un pueblo, Cubillo de Ojeda, donde yo había comenzado a ejercer mi trabajo de maestra, palabra mágica que encierra mil connotaciones y tiempo inolvidable porque allí encontré el amor que, aún, nos dura.
Desde estas líneas felicito a la directora y a todo el profesorado del colegio Modesto Lafuente de Cervera de Pisuerga y, por supuesto, a los niños que siguieron el desarrollo de mí intervención con interés y en respetuoso silencio. Gracias también por su colaboración a cuantos compartieron su cálida y limpia voz en la lectura de mis cuentos. La gotita de lluvia, que escribí para no olvidar el esplendor y la belleza de El Espigüete y El Curavacas, Un ratón en el cole, Elsa y las golondrinas y Las aventuras de Lola. Sobre este último trabajaron para, como punto de partida, crear ellos sus propios cuentos. La cooperación de los alumnos reunidos en varios grupos fue rápida y eficiente. Un portavoz de cada grupo leyó para todos el nuevo cuento. Todos ellos creativos, con fantasía, desarrollo coherente y personajes bien trazados.
Sobre sus dibujos y mis cuentos una artista realizará un gran mural, esta vez, no en el patio por las características de la climatología que aconseja realizarlo en un espacio dentro del colegio, elegido por el claustro junto a su directora. De este modo se cumple el muy loable proyecto de Educación y Ciencia: llevar a los escritores al lugar que será semillero de lectores, importante hoy, cuando otros medios absorben la mente de nuestros hijos y nietos. Quiero expresar mi agradecimiento a cuantas personas pensaron en mí, me siento honrada, y agradezco su deferencia. A José Luis Fraile, quien me abrió la escuela de Cubillo para que reviviera época muy lejana en el tiempo, no en mi corazón. Vaya mi cariño hacia Valle Peláez Vega quien, desde Educación y Ciencia de Palencia,  se puso en contacto conmigo desde el principio y amablemente nos acompañó en su coche a Cervera.