Tradición y calidad en los menús navideños

Ismael Martín
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La empresa Cascajares llega a vender en estas fechas más de 90.000 unidades, entre las que destaca el capón relleno. El año pasado 500.000 personas consumieron sus productos

Una pavita con foie y manzana es la novedad de este año, como señala Alfonso Jiménez. - Foto: ÓSCAR NAVARRO

La Navidad tiene una enorme relevancia para el sector comercial, que ve incrementados sus beneficios. Un claro ejemplo de ello es la reconocida empresa Cascajares, con sede en la localidad de Dueñas. Su amplia gama de productos, entre los que destacan sus capones rellenos, tiene una importante presencia en el menú de las familias españolas en estas fechas tan especiales. «Durante las fiestas llegamos a despachar más de 90.000 piezas entre capones, pulardas, pavos, corderos o cochinillos. En las pasadas navidades más de 500.000 personas consumieron nuestros productos. Que confíen en nosotros es un reto muy bonito», asegura Alfonso Jiménez, responsable de la empresa, quien destaca que las ventas navideñas suponen un tercio de los ingresos de la compañía. 

Para llegar a tanta gente se necesita organización y previsión. Así, desde primeros de año, justo después del Día de Reyes, comienzan a preparar la siguiente campaña navideña. «Empezamos con la estimación de las cantidades a vender. Desde el mes de septiembre empezamos a elaborar el producto y dejamos todo ya preparado y congelado para terminarlo los últimos días. Nosotros utilizamos la técnica de cocción al vacío», sostiene.   

De entre sus diferentes productos, «el rey es el capón, aunque la pularda va ganando enteros. Hay mucha gente que para Nochebuena consume una cosa y para Nochevieja otra. Tenemos clientes que son muy fieles», explica. Como novedad de este año la empresa comercializa una pavita deshuesada y rellena con foie y manzana para 10-15 personas.

 Una tónica que se repite cada año es la rapidez con la que se agotan los pedidos a demanda a través de la página web www.cascajares.com pese a que haya aumentado la producción un 10% respecto a la campaña anterior. «Para la Navidad sacamos cerca de 10.000 pedidos en venta directa a casa», señala. Los motivos de este progresivo aumento se encuentran, como admite el propio Jiménez, «en un precio asequible de los productos, entre 10 y 15 euros por comensal, a lo que se suma la comodidad de no tener que cocinar y la garantía de una calidad excelente», expone. 

recuperación. Las últimas cifras disponibles de la compañía agroalimentaria plasman una buena salud financiera. Cascajares, que sirvió sus famosos capones en la boda de los actuales Reyes de España en 2004, cerró el ejercicio 2021-2022 con una facturación de casi 10 millones de euros superando los 6,2 millones del año anterior o incluso por encima de las cifras anteriores a la covid-19.

Tras pasar por complicados momentos durante la pandemia, Cascajares se encuentra en proceso de recuperación, sin ser ajena a la incesante inflación. «El camino que lleva este año está siendo muy bueno. Estamos preocupados por la subida de los costes, pero a nivel de facturación no lo estamos notando; es más, todos los meses seguimos creciendo. Nuestras previsiones para el presente ejercicio son alcanzar los 12 millones de euros».

Un crecimiento impulsado por los ejes sobre los que se ha asentado el negocio desde su fundación en el año 1994. «Siempre decimos que el precio es discutible, la calidad no, esta siempre tiene que ser top; la innovación en los productos para adaptarlos a las necesidades de los consumidores, así como la dedicación de todos sus trabajadores con esfuerzo y tesón», resalta.

La línea de negocio se basa principalmente en proveer a supermercados y tiendas de alimentación, más de mil repartidas por toda la geografía española. La restauración también es una fuente de ingresos importante de la que no pudieron disponer durante los peores meses de la pandemia, lo que llevó a la empresa a reinventarse. «El volumen de las compras en la web aumentó de forma exponencial; un crecimiento que se ha mantenido, aunque a menor ritmo. Ahora ya un 20% de lo que vendemos en alimentación es a través de la web». 

Además, invirtieron más en el consumo dentro del hogar potenciando su oferta con el lanzamiento de la gama Como en casa, basada en recetas tradicionales para el consumo diario durante todo el año que se caracterizan por la comodidad y el ahorro de tiempo: Pisto ecológico, ternera a la jardinera, fabada o lentejas con verduras. «Con el paso del covid no ha bajado esa venta, se ha mantenido. Antes del covid vendíamos más en hostelería, mientras que ahora lo logramos más dentro del consumo en casa», reconoce Jiménez. Con ello, además, Cascajares avanzó en su idea de desestacionalizar el consumo de sus productos, asociados a la Navidad. 

internacionalización. De sobra es conocida la internacionalización de la marca Cascajares focalizada en un país, Canadá, donde no dejan de mejorar sus cifras de beneficios. «Actualmente un 40% lo vendemos en Canadá y un 60% en Europa, de lo que aproximadamente la mitad es en España», explica. Al respecto, Jiménez apuesta por seguir creciendo en el mercado internacional pero no fuera de Canadá. «Hemos encontrado un filón interesante y es que estamos vendiendo más en Montreal que en Madrid», subraya.

Por último, una de las partes «más bonitas» de la afamada compañía es la que concierne a la Fundación Cascajares, preocupada por la vida digna de todas las personas. «Es fundamental devolver a la sociedad una parte de lo que nos ha dado», destaca Jiménez.