Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


Nuevo intento

22/01/2023

 Eso fue el programa Salvados que el canal 6 de televisión emitió el pasado domingo, 15, dedicado a criminalizar, una vez más, al mejor tenor del siglo XX: el madrileño Plácido Domingo. Es una vieja historia que irrumpió en las noticias en 2019 con el fenómeno conocido como 'me too' y que, en este caso, produjo un encarnizado ataque mediático contra el señor Domingo al acusarle de haber acosado sexualmente a nueve mujeres hace más de treinta años. Aquellas acusaciones no tuvieron respaldo judicial, sino que se basaban exclusivamente en el testimonio de mujeres que intentaban abrirse camino en el difícil oficio de la ópera. Aquel escándalo mediático provocó la rescisión de numerosos contratos que el señor Domingo tenía con los teatros nortemericanos. No así en Europa, donde siguió cantando con normalidad, excepto en la España de Pedro Sánchez, donde se le culpó de modo inmediato. Regresó al Auditorio Nacional de Madrid en 2021 donde fue recibido con larguísimas ovaciones, como ocurrió en 2022, en el Teatro Real. Cuando ya no se hablaba del asunto y en plena crisis de la fracasada ley del sí es sí -o quizás por ello- la 6 de televisión recupera los ataques al tenor recogiendo los testimonios de dos de las mujeres que -dicen- fueron acosadas por el señor Domingo. Después de oír los relatos de estas sopranos que no lograron triunfar en su profesión, culpando de ello al tenor español, porque -insisten- no cedieron a los requerimientos galantes del cantante. Así quedó meridianamente clara la razón fundamental de aquellos ataques. Lo que parece una gran torpeza es insistir en el descrédito de una figura tan grande en el arte canora sin que, hasta la fecha, hayan conseguido otra cosa que hacer un gran ridículo. Cada vez que Plácido Domingo aparece en cualquiera de los más prestigiosos teatros europeos, el público se vuelca en demostrarle su apoyo. Y es que se trata de utilizar el asunto en cuestión como una penalización moral de los hombres al considerarlos como agresores potenciales. Pero lo que resultó imperdonable fue que el programa, además de malo, fuera aburridísimo.