Mariano Olcese, 30 años como arquitecto municipal

C. Centeno
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El miércoles 29 se presentan en la biblioteca pública 261 páginas que recogen los numerosos proyectos que firmó para la ciudad como arquitecto municipal hasta el pasado 5 de enero

Mariano Olcese, 30 años como arquitecto municipal

Mariano Olcese Segarra despedía el 5 de enero de 2021 una larga trayectoria como arquitecto del Ayuntamiento de Palencia y ha querido recoger en un libro esa amplia memoria laboral, en la que puso sus conocimientos y su técnica, pero también «gran pasión, profesionalidad y personalidad», no exenta de alguna que otra polémica con los políticos de turno. Han sido muchos los proyectos que han salido de su mente y de su mano durante sus treinta años de arquitecto municipal y en todos ellos ha querido dejar la impronta del otro Mariano Olcese Segarra, el artista plástico, que nunca ha abandonado su vocación pictórica.

En 30 años de arquitecto municipal. Palencia 1990-2020, dedicado a sus tres hijas y a su único nieto, Mariano Olcese incluye su paso por las Escuelas de Arquitectura de Valladolid y Madrid, su experiencia en el estudio profesional de Valladolid, así como la docente, y su coversión en funcionario, para centrarse, desde la página 29 hasta la 232, en la arquitectura, el urbanismo, la rehabilitación y el diseño urbano desarrollados en el Ayuntamiento de Palencia, al servicio de la ciudad y sus ciudadanos. 

Al primer trabajo, una pequeña intervención en la plaza de Abilio Calderón -hoy de los Juzgados- en 1990, consistente en el diseño de las chimeneas de ventilación del garaje subterráneo y de una basa para el busto de Calderón, le siguieron la reforma y acondicionamiento del centro cultural de Los Jardinillos para Casa de la Música, el nuevo edificio de la Policía Local, la peatonalización de la plaza de San Pablo, el parque plaza pública del barrio de Santiago, la reparación y mejoras de las piscinas del Monte o la reforma de un antiguo panteón en La Carcavilla para su conversión en palomar.

La remodelación de las plazas de la Constitución, Héroes del Alcázar, San Antonio y Teniente Velasco, además de los proyectos de ejecución y de ampliación de otras  repartidas por distintos barrios de la ciudad o el parque natural en la isla del río Carrión (zona sur) -zona deportiva de Dos Aguas- son otras de sus realizaciones, sin olvidar las numerosas mejoras acometidas en edificios existentes o la reforma y adecuación de centros sociales, como el del Carmen. 

No resulta fácil resumir treinta años de trabajo en unas líneas, sobre todo si ha sido prolífico y constante, como en el caso de Olcese, de ahí que haya querido certificarlo en este libro, editado por Ende, que será presentado el miércoles 29 en la biblioteca pública, a las 19,30 horas.

El ámbito deportivo ha jugado un papel importante en su trabajo, plasmado en dotaciones nuevas y en remodelaciones de las existentes, caso del polideportivo municipal -antes Marta Domínguez-, pero también el residencial, el viario, incluso el del cementerio, sin olvidar otros tan visibles como la ampliación del centro de Victorio Macho o el proyecto de conservación y restauración de su escultura monumental del Cristo del Otero. Además, por supuesto, del de ejecución de kiosco y adecuación de mirador, plaza y anexos en ese cerro para convertirlo en una atractiva y privilegiada terraza sobre la ciudad. Y, hablando de recursos turísticos de la capital palentina, también firmó Olcese el proyecto de adecuación del Punto de Información Románico en la ermita de San Juan Bautista de la Huerta de Guadián.

Memorias valoradas. Mariano Olcese ha incluido también en su libro una serie de memorias valoradas de algunas de las obras, todo ello ilustrado con fotografías, dibujos y planos, que complementan la información.

Y no ha olvidado tampoco dedicar un capítulo a la hemeroteca, con una selección de artículos escritos o por él y de informaciones sobre algunos de sus proyectos de ciudad. O sobre su vida y su trayectoria profesional, como las páginas que le dedicó este periódico el pasado 11 de abril en su sección Qué fue de... La frase textual que titulaba aquella doble página viene a resumir su disposición personal ante la arquitectura y la pintura, sus dos grandes pasiones: «Soy ecléctico; tengo la virtud de absorber todo lo que está bien». Así le ha gustado trabajar siempre.

Una forma de comprobarlo es acercarse a sus obras palentinas, otra adentrarse en este libro.