Roberto Calle, Álvaro Llorente, Jorge Pablos, Brian de la Cruz y Aaron Gregores son un grupo de amigos, de entre 20 y 25 años y naturales de Guardo y Pino del Río, con gran afición por las escapadas de montaña. Lo que jamás se imaginarían es la aventura que vivieron el pasado domingo: el rescate en la falda del Espigüete de una cría de ciervo que se había quedado enterrada en un nevero.
El fortuito hallazgo se produjo a media ladera, en una zona de difícil acceso, donde había concentrado un grupo de cérvidos a la espera de recibir una ayuda que llegó en el momento crucial. Yes que el animal estaba cubierto casi por completo de nieve, solo se salvaba la parte superior del lomo y la cabeza.
Cuando se acercaron a la cierva, esta rozaba la hipotermia y mostraba un aspecto famélico, pues todo parecía indicar que llevaba varios días sin alimento por la densa capa de nieve que se acumulaba en la zona. «Llegamos a tiempo por los pelos», se congratula Roberto Calle, quien no dudó en cargala a hombros hasta un falso llano, desde donde completaron el rescate con la ayuda de una cuerda.
Salvavidas humanos en la montaña
Una vez a salvo, el grupo de jóvenes ofreció alimento a la cría, primero un poco de hierba que desenterraron de entre la nieve y después la media barra de pan que les había sobrado del almuerzo. Dosmanjares para el pequeño animal, que a los pocos minutos se reencontró con el resto de sus congéneres. «Se comportó en todo momento como si fuera mansa, y parecía muy agradecia por el rescate. Fue una gran experiencia», señala Calle en declaraciones a DP.
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Una hazaña, la de estos jóvenes salvavidas, que ha pasado de móvil en móvil hasta convertirse viral en las redes sociales (ha llegado a Jara y Sedal), con cientos de comentarios.