Jaque a la cuarentena

David del Olmo
-

El maestro Pedro Díez publicó el pasado año el libro Ajedrez educativo: fácil y divertido, con las bases para enseñar a jugar a los niños. La obra ofrece una alternativa para aprovechar el tiempo de confinamiento en los hogares

Jaque a la cuarentena - Foto: Pablo Lorente

El tiempo libre se les ha multiplicado a muchos palentinos en las últimas dos semanas con la pandemia y la consiguiente cuarentena sanitaria, lo que ha obligado a las familias con niños en su seno, a idear y poner en marcha actividades para entretenerles y mantener sus mentes ocupadas.

Quizá no hayan reparado en un juego o deporte con más de 1.500 años de antigüedad, sencillo de iniciar y a la vez tan complejo como el mayor cerebro humano sea capaz de desarrollar: el ajedrez. Una actividad que se presta como una gran oportunidad para noveles e iniciados confinados en casa.

APRENDIZAJE. Maestro en Dueñas (CP Reyes Católicos), Pedro Díez Montes publicó en 2019 con la Diputación, Ajedrez educativo: fácil y divertido, un libro para enseñar ajedrez a los niños, lo que «puede hacer cualquiera», indica el autor palentino, «siempre que tenga unos conocimientos mínimos y una empatía pedagógica. Hay que adaptarse al nivel del niño y gestionar emocionalmente la competición buscando que juegue para hacer amistad, nunca para ganar».

Jaque a la cuarentenaJaque a la cuarentenaEn la obra, que no está a la venta (puede consultarse o descargarse en www.diputaciondepalencia.es/system/files/generico/archivos/20190301/libro_ajedrez_web.pdf) hallarán «unas bases para enseñar a jugar desde el principio. Con esta cartilla puedes enseñar a cualquier niño. Con un simple peón, sabiendo cómo se mueve, a un niño le enganchas, porque juegas a comer, a avanzar y a llegar al final del tablero. Cuando domine esa pieza, añades la torre, luego el alfil, etc...». Y es que considera que el método de empezar enseñando el movimiento de todas las piezas antes de ponerse a jugar es un error: «el niño piensa que es muy difícil, le aburres». La clave es «adaptar el contenido a la persona a la que quieres enseñar».

GRAN OPORTUNIDAD. El educador considera que  en esta situación de obligada cuarentena «las familias tienen una oportunidad de oro, porque pueden jugar. En nuestra sociedad los niños no juegan suficiente con la familia. Y ahora se presenta esa ocasión de hacerlo, algo que al niño le puede suponer un aprendizaje grandísimo, afectivo, social, de empatía y de valores. Y no hay que tener paciencia para enseñar ajedrez, sino para jugar. Tu hijo necesita jugar, no hace falta que sea todo el día, pero hay muchos ratos para hacerlo».

Pero no solo es un juego idóneo para los más pequeños, ya que también los mayores pueden encontrar en él una actividad que ejercite su mente: «se está planteando como una alternativa de altísimo nivel para retrasar degeneraciones cognitivas, por ejemplo el alzheimer. Incluso el programa AlphaZero [una inteligencia artificial capaz de autoaprender ajedrez desde cero] se está utilizando para descifrar códigos del comportamiento del coronavirus», añade.

Y es que el ajedrez tal vez no sea solamente un juego.