Todo depende de la persona que lo utilice

César Ceinos
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El segundo thriller del palentino Isidro Vicente Ortega, 'El proyecto géminis', aborda problemáticas que provocan el mal uso de los avances científicos

Todo depende de la persona que lo utilice - Foto: Sara Muniosguren

El escritor palentino Isidro Vicente Ortega es el autor de El proyecto eclipse (Editorial Adarve), un thriller de espionaje con presencia de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Rusia que ya está a disposición de los lectores en la librerías.  

Inspirándose en el proyecto Brain impulsado por el neurobiólogo españolRafael Yuste, que tiene como fin investigar el cerebro, el autor, mezclando realidad, amplía documentación y ficción, presenta en su libro un proyecto ficticio que está desarrollando en secreto la CIA con la idea de usar los avances científicos para fines poco éticos. «No es una distopía, pero la novela lanza un preaviso de una posible distopía que puede suceder en el futuro» por los progresos de la investigación, manifiesta Vicente. A través de los personajes, el palentino aborda las problemáticas que provocan algunos progresos científicos cuando se utilizan de manera errónea o totalmente diferente al planteamiento inicial. 

Como ejemplo del pasado, Isidro Vicente  recuerda que  «la energía atómica se inventó para cubrir las necesidades energéticas de la población, no para hacer bombas atómicas». 

Ahora, para evitar que vuelva a suceder, el autor se introduce en el campo de la neurociencia para poner de manifiesto los cambios que se están produciendo en la actualidad y evitar que, en el futuro, el hombre vuelva a tropezar dos veces con la misma piedra. «Aparte de entretener, la historia pretende informar de que la investigación es buena pero también tiene sus problemas. Todo depende de la persona que lo utilice», añade.

EL DEBUT, EN 2016. El proyecto eclipse es el segundo libro de Vicente. Su primera novela, La hermandad de los alquimistas (Eride Ediciones) vio la luz en 2016. En el debut apostó también por un thriller, siendo este el único punto en común entre ambas publicaciones. Podólogo de profesión, la literatura es una de sus pasiones desde que era joven. «Descubrí que me gustaba escribir cuando estaba en el instituto nos mandaba hacer redacciones de cualquier tema», explica.

Se planteó el debut como «un reto». «Si me gustaba escribir ¿por qué no iba a hacerlo», comentó el autor. El resultado fue satisfactorio y con el segundo libro está empezando a plantearse la escritura como «alternativa profesional», aunque es consciente de que «es muy difícil». «Hay que intentarlo. Lo hago por pura afición y si hay una recompensa, fenomenal», añade. De hecho, como buen amante de la literatura, Vicente, que saca tiempo de donde puede (también es padre) ya tiene entre ceja y ceja el tercer libro. Volverá a ser un thriller al ser género favorito. «me gusta escribir cosas que me gusta leer», aclara- y se ambientará en Salamanca. No desvela mucho más, solo que será una novela policiaca.