Más de 500 palentinos contra la «pérdida de derechos» en CyL

Rubén Abad
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Protestan entre el Salón y la plazaMayor por los «ataques y vejaciones» de la Junta y a favor de la igualdad, el trabajo digno, la sanidad, los servicios públicos, el medio ambiente y la educación

Más de 500 palentinos contra la «pérdida de derechos» en CyL

Defendamos la democracia fue el lema que aglutinó ayer a más de 500 palentinos en una manifestación que recorrió gran parte de la calle Mayor, entre el paseo del Salón y la plaza Mayor, en contra de la «pérdida de derechos» en Castilla y León y a favor de la igualdad, el trabajo digno, la sanidad, los servicios públicos, el medio ambiente y la educación. Valores que, según se expuso, «están siendo cuestionados y, en muchas ocasiones, pisoteados por la extrema derecha instalada cómodamente en el Gobierno junto al PPP», en referencia a Vox.

Con esta movilización ciudadana se quiso «denunciar la actitud del Gobierno de la Junta» y una política que, a juicio de la secretaria provincial de CCOO, Elena Villamediana, «está castigando a los colectivos que representan a la sociedad civil». «Está claro que no creen en la democracia participativa y representativa», remató. Asimismo, alzó la voz contra los «recortes» en servicios públicos básicos que afectan al conjunto de la ciudadanía, especialmente «a mujeres, inmigrantes y parados». «Esto tiene que frenarse y por eso salimos a la calle», subrayó.

Su homólogo en UGT, Gorka López aseveró que esta movilización no iba «de derechas ni de izquierdas, sino del futuro de nuestra tierra» y sentenció que «no vamos a consentir que se siga degradando la democracia participativa y los avances del diálogo social». A renglón seguido, pidió al Partido Popular y al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que «den la cara» y regresen a la senda del «consenso».

A la manifestación convocada por ambas organizaciones sindicales, así como al manifiesto que la acompañó, se adhirieron PSOE, IU, Ganemos, Podemos, PCE, Juventudes Socialistas y una veintena de colectivos: Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ChiguitxS-LGTBI, COAG, Ecologistas en Acción, Fademur, Federación de Asociaciones de Vecinos, Federación de Madres y Padres de Alumnos, Ítaca 3, Hablamos de Palencia, Plataforma por los Derechos de las Mujeres, Plataforma por la Escuela pública, laica y gratuita, Plataforma Pro-Hospital, Unión de Consumidores, StePalencia, la  Universidad Popular, UPA, Plataforma del Arbolado y Liga palentina por la Educación. Todos ellos rechazaron los «mensajes de odio de la extrema derecha» que, según alertaron, «están provocando una creciente polarización de la sociedad».

ACTUACIONES «CENSURABLES»

Concha Lobejón, vinculada a la Universidad Popular de Palencia (UPP), fue la encargada de leer el manifiesto reivindicativo, en el que se tachó al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, de «incompetente competencialmente e inútil en lo funcional, que solo ha servido para arremeter con virulencia contra todo».

También se cargó en el manifiesto contra las «actuaciones de todo punto censurables» del consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones. «Ha destrozado las políticas públicas más avanzadas en el mundo del trabajo construidas durante muchos años en la Comunidad», dijo Lobejón, quien puso como ejemplo que las políticas activas de empleo «han eliminado líneas de trabajo esenciales para la igualdad de oportunidades y de empleo que afectan a mujeres, jóvenes, inmigrantes, personas desempleadas y ocupadas».  

Asimismo, se denunció que «su política de derribo de todas las formas de progreso y consenso social alcanzan también a los programas públicos que gestionan los ayuntamientos y las diputaciones, a las universidades públicas y a otras entidades colaboradoras de la Junta».

«Menosprecian el diálogo social tripartito entre sindicatos, empresariales y el Gobierno de la Junta» y llevan «la mentira por bandera con el único fin de imponer su ideología», afirmó Lobejón, para añadir que «están gobernando Castilla y León desde Madrid como un piso piloto», todo ello con la «complacencia» de un PPque «está cediendo de forma escandalosa y vergonzante la iniciativa, el discurso y el poder a la extrema derecha».
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