A veces las mejores rachas se cortan de forma abrupta e inesperada, y eso es lo que le ha pasado al Deporcyl Guardo, que volvió a perder después de ocho jornadas sin conocer la derrota.

Los de Diego Garrido se habían colocado líderes la pasada semana tras vencer al Universidad de Valladolid, y contando siete triunfos y un empate en sus ocho últimos encuentros.

Todo parecía a pedir de boca para los guardenses, que recibían a un equipo de la zona baja como el Ribeira de Piquín.

Sin embargo, los gallegos consiguieron dar la sorpresa ayer en El Soto de Saldaña con dos tantos en la primera parte que sellaron el marcador y el signo del encuentro a su favor, sentenciando al Deporcyl a su primera derrota en casa. Mientras tanto, el Santiago Futsal ganaba su duelo y recuperaba el liderato que había perdido una jornada atrás.

 Anotaba el capitán lucense Quintela con apenas dos minutos disputados en un robo rápido que le dejó solo ante el portero. Carlos ampliaba la ventaja poco antes del descanso y dejaba tocado al Deporcyl Guardo, que en otros choques ha podido reponerse de impactos mayores, pero no tuvo esa fortuna en la tarde de ayer.

«El partido ha sido como un mal sueño, no nos ha salido nada. Reproducimos los mismos errores que en otras jornadas y no materializamos las múltiples ocasiones de las que gozamos», comenta el técnico guardense Diego Garrido.

A pesar de la derrota,  el técnico ánima a sus jugadores. «No hay que darle más vueltas. Debemos prepararnos para que en el próximo encuentro no nos vuelva a ocurrir», dictamina.