Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Egeria. Escritora y viajera

03/02/2022

Decía Cicerón que «Estos son malos tiempos. Los hijos no obedecen a los padres y todo el mundo escribe libros». Yo oí a  poetas amigos estas palabras: «maldición, dijo el cartero, tres libros de Marrodán y estamos a dos de enero…» Escribir, leer, aprender, todo es bueno. Y ¿los viajes para conocer otras formas de vida, otras culturas y otras lenguas? Hablemos de Egeria: Viajó 5.000 kilómetros, en burro o en mula para conocer, y contar en lenguaje epistolar, cuanto veía, a las dominae et sorores que quedaron en Galicia. Egeria era gallega, quizá de El Bierzo. Entre 381 y 384 viajó por tres continentes. Salió de Gallaecia (Galicia), siguió por Tarraco (Tarragona); cruzó el Ródano y recorrió Italia camino de Constantinopla, con el objetivo de llegar a Palestina y peregrinar a Tierra Santa. Visitó  Jericó, Belén, Cafarnaúm y elige Jerusalén como centro desde el que seguir viajando. 
Fue a Egipto y conoció a monjes y  anacoretas que vivían en el desierto. Vuelve a Jerusalén y va en peregrinación al Monte Sinaí. Conoce Antioquía, Edesa, Mesopotamia y Siria. En Tarso coincide con una amiga y describe la emoción de ese reencuentro. Encontré allí a una muy buena amiga mía, a la que todos en oriente tienen como modelo de vida, una santa diaconisa de nombre Marthana, a la que yo había encontrado en Jerusalén una vez que ella subió a orar. Gobernaba monasterios de aputactitas (vírgenes). Cuando me vio ¡con cuánto gozo de ambas, que no podría expresarlo!
En 1.903, se atribuye a Egeria la autoría de El Itinerarium pues,   en una carta, muestra su gran respeto a la bienaventurada viajera San Valerio, eremita y abad de El Bierzo, (segunda mitad del siglo VII), y deja constancia de que ella ha viajado a Tierra Santa. Estudiosos de la obra cuentan que «La palabra de Egeria puede ser llana y vulgar, excesivamente coloquial, candorosa, pobre si se quiere. Ella fue escritora sin buscarlo y aventurera sin proponérselo. Persona culta, religiosa y de clase social elevada pues llevaba un pasaporte reservado únicamente a dichas personas y eso le abría las fronteras». En 1.984, emite la Filatelia cuatro millones de ejemplares del sello dedicado al XVI centenario del viaje. Su obra es uno de los primeros antecedentes de la literatura de viajes.