Tras la inauguración el viernes de la XXXIII edición del Aguilar Film Festival, el certamen abordó ayer su segunda jornada con la proyección de las diferentes sesiones oficiales a concurso y las actividades paralelas como los encuentros entre profesionales del mundo del cortometraje.

Entre las películas que se proyectaron destacó el estreno del trabajo de Nerea Barros, Memoria, rodado en el mar de Aral, en el que se muestra en pantalla las consecuencias del cambio climático, provocado por el ser humano, así como la relación directa entre la pandemia y el calentamiento global.

«Estrenamos en Aguilar de Campoo, estamos muy contentos y aquí venimos con toda la ilusión. A veces piensas en realizar la primera presentación en Francia o en Berlín y, cuando surgió esta oportunidad, hemos considerado que era una estupenda ocasión presentarlo en el festival de Aguilar», explicó Barros. 

Nerea Barros es una actriz española de gran prestigio, que fue galardonada con el premio Goya a la Mejor Actriz Revelación por La isla mínima. Además, ha producido los documentales 2020 y Morir para contar, dirigidos por Hernán Zin. Memoria supone su primer trabajo como directora.

La intérprete, durante la crisis del coronavirus del pasado año y gracias a su formación en Enfermería, quiso colaborar y trabajó en una residencia de ancianos para recordar además así a sus abuelos. Un gesto que fue muy aplaudido, ya que lo hizo de manera anónima.

Punto de encuentro. En la jornada de ayer, Aguilar de Campoo se convirtió en un punto de encuentro entre profesionales del sector, propiciado por la gran cantidad y calidad de trabajos que están surgiendo en los últimos años, en el marco de Aguilar FF Industry Hall. En él se presentó el Archivo del Cortometraje Español, presentado en detalle por Jorge Rivero y Óscar de Julián, presidente y coordinador de la entidad.

«Se trata de un portal que busca ser un referente dentro de la difusión del cortometraje a nivel institucional y una herramienta pensada para los profesionales nacionales e internacionales», destacó Rivero. 

Consiste en la creación de un gran portal en el que aparezca recogida la información de los agentes que forman parte del sector: autores, productoras, distribuidores, festivales, empresas privadas y organismos públicos. De este modo, el Archivo del Cortometraje Español se convierte en un punto de referencia para la difusión y promoción nacional e internacional de todas las obras producidas en España, así como de sus profesionales.

Ayer también se celebraron los ya tradicionales Vermuts de Cine, en los que intervinieron directores como Teo Planell, Alejandra Kikidis, Teresa Marcos, Rodolfo Herrero o Luis Belda.

Los primeros en disfrutar de las primeras proyecciones del festival fueron los niños en la sección de MiniAguilar. En las secciones de Campo y Castilla y León se proyectaron cuatro cortometrajes en cada una y en el apartado oficial se exhibieron un total de diez trabajos, incluidos varios estrenos como Vatios, de David Pérez Sañudo, y Las heridas de mi casa, de Claudia Estrada.