Un oasis en Villada convertido en lodazal

Rubén Abad
-

Animales muertos conviven con la maleza en El Pantano. Los vecinos hablan de «falta de mantenimiento» y el Consistorio culpa a CHD

Un oasis en Villada convertido en lodazal

El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), concibió en 2010 El Pantano de Villada como un oasis en Tierra de Campos. Sin embargo, el paso del tiempo y un «escaso mantenimiento» han arrebatado la magia que en su día tuvo este área recreativa ubicada a escasos cuatro kilómetros del casco urbano.

La voz de alarma la da Rebekah Scott, una periodista estadounidense que disfruta de su jubilación en Moratinos desde hace 15 años. «Cuando lo descubrimos por primera vez era bastante nuevo: con una pequeña playa de arena, un observatorio de aves con letreros que describían la vida de las especies locales, áreas de picnic y muelles de pesca y embarcaciones. Todas estas atracciones todavía están allí, pero la mayoría están cubiertas de malas hierbas o derrumbadas por años de abandono», afea Scott.

Allí anidaron grullas, gallaretas y patos silvestres durante varios años, «pero no desde que el nivel del agua comenzó a descender hace tres años», advierte Scott. Y es que la situación actual está muy lejos de ser aquel hermoso lago de agua dulce, hogar de peces, pájaros y pequeños mamíferos. «Ahora está casi muerto. Se ha convertido en un desierto», comenta a Diario Palentino esta terracampina de adopción.

Desde luego, la descripción que hace del espacio natural no es nada alentadora: «diez centímetros de agua fangosa, al menos 30 peces muertos y varados en el lodo». Otro buen puñado, añade Scott, «luchan en el agua que queda, tratando de mantenerse con vida a medida que aumenta la temperatura».

«Esta no es tanto una historia triste sobre peces moribundos. Es una narración sobre una mala planificación: invertir 335.000 euros de dinero público [se financió con cargo al Plan E] en algo bonito, y luego marcharse y dejarlo morir de abandono», concluye la periodista estadounidense.

EL AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento de Villada no se ha quedado de brazos cruzados ante la situación anteriormente descrita. En primer lugar, se ha puesto en contacto con la Junta de Castilla y León, la Diputación y otras administraciones para estudiar el problema de la escasez de agua en El Pantano. Y es que la sequía y las obras ejecutadas en años pasados disminuyeron el nivel, que no se ha conseguido estabilizar, señala el alcalde, Manuel Gañán.

«Sabemos que el Seprona (Servicio Especial de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil) y la Junta están estudiando la situación de las carpas, porque se nos cae el alma», apunta el primer edil. «También hablamos con la CHD antes de que nos pasaran los terrenos para que limpiaran arroyos colindantes, pero no nos hicieron caso», concluye Gañán.