Juanma Terceño

El hecho gastronómico

Juanma Terceño


Entrar en calor

01/02/2023

Parece que por fin estamos teniendo unas semanas de invierno, incluso estamos más asustados con las bajas temperaturas que lo que todos recordamos; definimos con términos como olas de frío, de frío extremo, de temperaturas nórdicas… a lo que siempre lo hemos llamado invierno, nada más. ¿No les parece? Pues como con estas estamos, me ha dado por bucear en San Google sobre los mejores alimentos para entrar en calor o activar la termogénesis en nuestro organismo. La termogénesis se define como la capacidad que tenemos para producir calor mientras nos alimentamos. Aquí lo más reseñable de mi 'investigación'. Las infusiones calientes nos ayudan a entrar en calor y además a hidratarnos. Si contienen ingredientes como canela o jengibre nuestro termostato interior lo notará más rápidamente. Por supuesto, sopas, cremas y guisos son aliados también, además de apetecernos especialmente cuando las temperaturas bajan, y no debemos dejar de añadir alimentos que ayudan a nuestro sistema inmunológico para combatir los virus y mantener nuestras defensas en mejor estado de forma. No nos olvidemos de las legumbres, en cualquier época del año, por supuesto, pero con mayor importancia en estas condiciones. Café y chocolate, como buenos estimulantes que son, también se alían con nuestro organismo para ayudarnos a combatir el frío. Vitaminas y minerales de frutas como mango o naranjas, de los frutos secos, de aguacate o salmón, son también aliados y muy necesarios. Una de las cosas que echo de menos de Palencia cuando viene el frío de verdad, es el acompañamiento de un buen caldo en los bares a la consumición que estoy tomando. Ese primer vino del día a la hora del vermú, junto a un caldito humeante servido en taza de barro que calienta desde las manos al cogerlo hasta el esófago al pasar, que nos va provocando desabrochar el abrigo o quitarnos la bufanda a medida que, trago a trago, vamos entrando en calor… qué momento más mágico y entrañable. Y solía surgir la conversación de la calidad de ese caldo en cuestión, de en qué sitios estaba mejor o dónde no merecía la pena, mostrando esa vena de críticos gastronómicos expertos en caldos que todos llevamos dentro cuando estamos helados. ¡Camarero, póngame otro caldito, por favor!

ARCHIVADO EN: Gastronomía, Palencia, Virus