La villa de Capillas se emplaza al suroeste de la provincia de Palencia, en la comarca de Tierra de Campos, rodeada del paisaje castellano en el que dominan los campos de cultivos de secano y a escasos 37 km de la capital. 

Es una de las localidades atravesadas por el Canal de Castilla, en este caso por el Ramal de Campos, en cuyo término municipal se construyó una de las siete esclusas con las que cuenta este emblemático ramal castellano. 

Desconocemos de donde viene el nombre de Capillas, aunque es posible que provenga de oratorios, capillas de rezos y recogimiento, pues en la documentación de Ordoño III de León, que reinó entre los años 926 y 956, se cita la población como Fontes de Capellas. El gentilicio de sus habitantes es capilludos.

Hacia el año 789, tras reconquista de manos agarenas por huestes del rey Bermudo I de Asturias, llamado el Diácono, este cedió unos terrenos para concentrar en un asentamiento a la población dispersa en pequeños caseríos; y se cree que fue entonces cuando apareció Fontes de Capella como uno de los primeros asentamientos repoblados de la región. 

Ordoño II, durante cuyo reinado se produjo el tránsito tácito y tranquilo del Reino Astur al Reino Leonés con la sede regia ya establecida definitivamente en la ciudad de León, cedió en el año 916 el señorío de la población de Fontes de Capella al Obispado de León, cuyos obispos levantaron una cerca protectora de la villa con murallas de tierra y varias puertas. Asimismo, construyeron dos arcos de piedra sobre sendas puertas. Sobre una de ellas, actualmente, se levanta el actual Ayuntamiento del municipio.

En 1250, la villa pertenecía en lo religioso al arciprestazgo de Villalobón y este a la diócesis de Palencia. En esa época, la localidad disponía de dos iglesias: la dedicada a San Andrés del Castillo y la de Santa María.

En el siglo XVI, Capillas contó con uno de los hospitales más importantes de la región de Tierra de Campos dedicado a Todos los Santos, con 22 camas, salas de cirugía y un patio porticado de columnas que actualmente conforman el reconstruido patio de armas del castillo de Monzón de Campos. Esta institución sanitaria fue fundada en 1513 por Andrés Pérez de Capillas, canónigo y arcediano de la localidad gallega de Triacastela. Funcionó como hospital dando asistencia sanitaria y religiosa hasta 1842, que pasó a ser usado como vivienda para albergar a gente con pocos recursos, de cuyo edificio apenas quedan las columnas del patio de la capilla-oratorio con que contaba el hospital.

Pérez de Capillas, posiblemente oriundo de esta población, protagonizó un desagradable altercado el día 28 de marzo de 1521, Jueves Santo, con Francisco de Lorenzana, arcediano de Mayorga, en la procesión de Los Disciplinantes en la nave central de la catedral de León. Pérez de Capillas, provocador del suceso, fue condenado por los canónigos nombrados por el Cabildo catedralicio para juzgar los hechos, «a comprar dos candeleros de plata, con sus velas, para alumbrar al Santísimo Sacramento, y a ser desterrado de la ciudad». El destierro no se ejecutó.

En 1576, Francisco Blanco-Salcedo, obispo de Orense, y natural de la villa, construyó en la localidad su palacio, y frente a él, la Fuente del Caño, en cuyo frontal aún luce su escudo episcopal. También sufragó la construcción del pósito para almacenar grano para los pobres, que más tarde sería utilizado como cárcel y teatro. Hoy sólo pueden observarse las fachadas de lo que fue este edificio, ubicado en el entorno de la Iglesia de San Agustín.

Durante el siglo XVIII, Capillas contaba con 23 telares, que desaparecieron con la industrialización del sector. Esta actividad se simultaneaba con el trabajo agropecuario, sempiterno modo de vida de los habitantes de la villa. 

 En el censo de 1842 contaba con 147 hogares ocupados por 765 habitantes. En el censo de 2020 contaba con tan sólo 73 habitantes.

LUGARES DE INTERÉS. En los alrededores de la población encontramos los típicos palomares de la Tierra de Campos, construidos, en parte, con adobe y tapial, materiales tradicionales en la región.

Capillas siempre ha sido un lugar marcadamente religioso cargado de tradiciones, que llegó a tener cinco iglesias. Actualmente sólo se conserva la iglesia parroquial de San Agustín erigida en piedra y ladrillo a fines del siglo XIV, con tres naves de crucero que soportan una cúpula de estilo barroco. En su interior alberga valiosas imágenes sacras que han sido exhibidas en exposiciones temporales como Las Edades del Hombre. También posee un singular órgano barroco diseñado por el maestro Tadeo Ortega y datado en el año 1776, con tubos del siglo XVI procedentes de antiguos órganos. Hoy está completamente restaurado y se utiliza en conciertos de verano.