Temporada presidida por incógnitas y cambios en los dos equipos palentinos en la Tercera División. Entre otros, en sus banquillos. Hoy arrancan la pretemporada Palencia CFSAD yBecerril.
Chupri releva a Paulino en el banquillo capitalino. Sólo cuatro jugadores se mantienen de la plantilla del pasado año. El equipo se ha rejuvenecido notablemente y se ha palentinizado, subiendo al primer equipo hasta cinco componentes del conjunto juvenil del ClubInternacional (su filial), que logró el ascenso a División de Honor. «Buscábamos una plantilla en la que se mezclase veteranía y juventud y muchos valores palentinos y se ha conseguido. No está todavía cerrada, faltan algunos detalles. Somos muchos nuevos, pero tenemos seis semanas por delante para conocernos. Por eso tenemos tantos partidos amistosos y alguno más que pueda haber». Sobre la dificultad del calendario en su inicio, no quiere incidir mucho. «Me han dicho, sí, Salamanca, Astorga, Arandina. No quiero ver más allá. Lo mismo es buena enfrentarse a ellos al principio».
Chupri afirma que el equipo no renuncia a nada. «Con trabajo duro y compitiendo de verdad en cada partido llegan los resultados. Y si lo hacemos bien podemos meternos arriba. Hay que ser ambiciosos, dar siempre el máximo». EduNarganes será preparador físico. «Se aprende de los que saben más que tú y si tenemos a Edu en el club hay que aprovechar todos sus conocimientos».
BECERRIL. Francis Olea regresa al lugar en el que triunfó como entrenador. Junto a él estarán en el banquillo dos exjugadores del Becerril, Jorge González (al que tuvo de entrenador en el Villamuriel) y la leyenda morada Alberto Melero.
De la pasada temporada no sólo pierde al gran capitán, sino, entre otros, a Isma (que se va al Villamuriel), Varo, Riki y RubénVallejo, su goleador. Sin embargo, se ha logrado la continuidad de varios pesos pesados, jugadores de experiencia en la categoría. Se ha reforzado con lo poco que queda disponible en el mercado palentino y algunos jugadores que gozan de su confianza en la etapa del técnico en el Villamuriel.
Una plantilla todavía incompleta, a la espera de poder salir alguna oportunidad, especialmente «en el puesto de central, donde nos hemos quedado un poco cojos», afirma Olea.
Arrancan los entrenamientos a las 19,30 en el MarianoHaro, con algunos jugadores a prueba. Como el caso del juvenil paredeño César Gutiérrez, procedente de la Cultural, y algunos chavales del Jóvenes Promesas, club vinculado al Becerril en esta campaña. «Va a ser una temporada más competida, porque han subido varios de los equipos fuertes a Segunda B, pero a la par más difícil. Al ser un grupo de 16 hay que ser más regular que nunca.Una mala racha te mete abajo. Recuerdo que antes quedabas 13º y era un exitazo y ahora acabas en esta posición y estás al borde del descenso. Ha costado, pero creo que poco a poco hemos hecho una plantilla compensada».