La cuenta atrás para que se haga pública la petición de indulto de la familia del expresidente andaluz José Antonio Griñán, condenado a seis años de cárcel por prevaricación y malversación en el caso de los ERE, ha comenzado. Para el PSOE es una patata caliente pues es revivir uno de los episodios más graves de corrupción y, en el caso de que el Gobierno apruebe el perdón puede suponer un castigo en las urnas.
Quizá consciente del desgaste que este proceso puede causar en el partido, el secretario de Organización, Santos Cerdán, tachó de «injusta» la condena contra los expresidentes Chaves y Griñán, a quienes consideró «inocentes», aunque evitó aclarar si apoya que se les conceda el indulto, «que tiene su procedimiento y es lo que hay que esperar», comentó el navarro, que incidió en que por ahora solo se conoce el fallo, pero no la sentencia del Supremo, para luego recordar que dos de las magistradas manifestaron un voto discrepante.
Y como la mejor defensa es el ataque, el número tres de Ferraz proclamó que el caso de los ERE no es «comparable» con Gürtel, Púnica u otros que han salpicado al PP, aunque se les quiera «equiparar», ya que «no deja de ser una mala gestión de unas ayudas que estaban con un propósito muy loable que era ayudar a trabajadores y empresas donde unos irresponsables y chorizos se aprovecharon de ello».
«Fueron unos pocos», subrayó Cerdán, pero «están pagando en este caso inocentes como Chaves y Griñán». «Aquí no ha habido enriquecimiento por parte de nadie, no ha habido financiación de ningún partido, el dinero fue a las empresas y los trabajadores de ellas».
«En España no es que la corrupción se llame Gürtel, Lezo o Púnica, la corrupción se llama hoy Partido Popular», defendió el socialista, que admitió que esta conducta es «toda grave» tras recordarle que en el caso del expresidente Rajoy tampoco se demostró su enriquecimiento, pero fue objeto de una moción de censura: «No fue contra él, era contra todo lo que representaban el PP y él».
Código ético del partido
Deberán los socialistas tener cuidado con sus declaraciones en este asunto, pues el Código Ético del PSOE impide a los cargos públicos del partido apoyar el indulto de condenados por delitos de corrupción.
«Los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral, así como la comisión de hechos constitutivos de delitos graves», se señala en el artículo 8.1 del Código Ético del partido que rige desde 2014.
Mientras, desde Génova, la vicesecretaria de Sanidad del PP-A, Ana Mata, criticó la actuación de los socialistas afirmando que «el PSOE no ha entendido que tiene que pedir perdón y no indultos por el mayor caso de corrupción de la Historia de España». Así, expresó su «indignación» ante la postura de defender a Griñán y Chaves, ante lo que subrayó que «en lugar de proclamar la inocencia de ambos, lo que debería hacer es dejar trabajar a la justicia».
«Nadie en el PSOEestá facultado para decir que son inocentes de un caso que ha provocado un drama en nuestra región, en el que el Partido Socialista repartió a su antojo 700 millones de euros que eran de los parados andaluces», recalcó Mata.