El 53% de los municipios no registró un solo nacimiento

ALBERTO ABASCAL
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Menos del 8% de las localidades, 16 durante el pasado año, constataron más alumbramientos que muertes

El 53% de los municipios no registró un solo nacimiento

El Instituto Nacional de Estadística ha publicado recientemente varios estudios demográficos con datos definitivos del año 2021 y provisionales del primer semestre de 2022. El más interesante, porque desciende al detalle municipal es el publicado el 16 de noviembre, con datos definitivos, sobre saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) referidos al año 2021.

Según el  estudio elaborado para Diario Palentino por el sociólogo palentino Javier Gómez Caloca todos y cada uno de los años del presente siglo el saldo vegetativo de la provincia en su conjunto ha sido negativo. Hay que retroceder a la década de los 80 del siglo pasado para encontrar un año con más nacimientos que fallecimientos.

De 2001 a 2021, de media por cada nacimiento hubo 1,8 fallecimientos. La tendencia negativa se ha ido agrandando en los últimos años. Así las cosas, en los últimos diez años (2012 a 2021), el dato es de 2,1 fallecimientos por cada nacimiento, mientras que en el último lustro la ratio todavía es peor, 2,7 fallecimientos por cada nacimiento. Por otro lado, desde 2012 el número de fallecimientos se instala por encima de los dos mil, tocando techo en 2020, debido a la pandemia, que llega a 2.585.

El año 2021 ha sido el segundo de comportamiento demográfico muy influido por la pandemia. De hecho, el saldo negativo se debe sobre todo al fuerte descenso de los nacimientos que se desplomaron más del 24%.

«La actual pirámide de población, la migración a otras provincias de los jóvenes, cada vez más, que, si deciden formar una familia y tener hijos, ya los van a tener fuera de aquí… nos avanzan un futuro demográfico de continuos saldos vegetativos negativos, como proyectan los datos del INE hasta 2037», asegura al respecto Javier Gómez Caloca.

Sin embargo, mientras en el conjunto del estado la inmigración extranjera consigue que la población no deje de crecer, en Palencia, siendo la cuarta provincia con menos inmigrantes, «solo nos sirve para que el desplome demográfico se dulcifique un poco. En 2021 la diferencia entre nacimientos (828) y fallecimientos (2.261), nos hubiera supuesto un descenso poblacional de 1.433 personas. Solo el saldo migratorio positivo en el extranjero de +231 maquilló el desplome poblacional», explica Gómez Caloca.

En cualquier caso, el fuerte saldo positivo de las migraciones exteriores que avanzan los datos provisionales del primer semestre de 2022 (+644) adelanta un mejor comportamiento demográfico para el conjunto del año.

ESTUDIO POR MUNICIPIOS. La pandemia, con consecuencias en 2020 y 2021, ha modificado las magnitudes de los datos, pero no las tendencias, ya consolidadas.

Así las cosas, el número de municipios con saldo vegetativo negativo se mantiene muy estable, en torno al 76% del total de los municipios: 145 en 2019, 147 en 2020 y 145 en 2021. De la misma forma, sucede con los municipios con crecimiento vegetativo positivo. Menos del 8% de los municipios vienen teniendo más nacimientos que fallecimientos: 13 en 2019, 15 en 2020 y 16 en 2021.

El año pasado, en 101 municipios, en el 53% de los de la provincia, no hubo ni un solo nacimiento. Como regla general, a más población, mayor saldo negativo:  la capital (-566), Aguilar de Campoo (-71) y Guardo (-65). La regla se rompe con Carrión de los Condes con peor saldo (-42) que Venta de Baños (-38) teniendo muchos menos habitantes. 

«Para el retroceso demográfico de Aguilar de Campoo, que es evidente que solo lo puede revertir el asentamiento de nuevos pobladores venidos desde otras provincias y desde el extranjero, empieza a no haber palabras que expliquen cómo se está consolidando una situación de coexistencia de empleo creciente y población menguante. Aunque no guste, para mí, detrás de esto hay una clara voluntad política, conservadora y cortoplacista, de no favorecer el asentamiento de nuevos habitantes que podrían modificar el peso de las distintas fuerzas políticas en el Ayuntamiento. Cuando se crean empleos a tres dígitos anuales, 19 viviendas públicas en un lustro no es solución de nada», apunta el sociólogo palentino Javier Gómez Caloca.

La capital, lo que puede parecer hasta sorprendente puesto que hasta 2009 tuvo un crecimiento constante de población, viene arrastrando crecimientos vegetativos negativos desde 1993. Creció hasta 2009 a costa del éxodo rural y de la inmigración exterior, pero ya está en ratios de 2,4 fallecimientos por cada nacimiento. Ya en 2019, datos previos a la pandemia, la ratio era de1,9 fallecimientos por cada nacimiento. Es decir, a la capital ya han llegado todas las dinámicas demográficas negativas que antes afectaron a los núcleos rurales de la provincia.

En los últimos tres años los tres municipios con mayor crecimiento vegetativo, aunque mínimo, son Villalobón (+6 en 2020), Grijota (+6 en 2020) y Villamuriel de Cerrato (+3 en 2020). Llevan años «importando» nacimientos de la capital a la par que sus poblaciones más jóvenes les suponen un menor peso de fallecimientos.

El futuro del crecimiento vegetativo de la provincia, según las proyecciones del INE hasta 2037, seguirá la misma tendencia: por cada nacimiento en estos quince años va a haber de media anual 2,7 fallecimientos…un retroceso continuo. Es lo que tiene ser una población envejecida, que llegará dentro de 15 años a tener el 36% de su población con más de 65 años, que al final llega la muerte.

Por otro lado, la inmigración exterior (extranjeros) ha recuperado en el primer semestre (817 inmigrantes), todo lo no recibido en el mismo semestre de 2020 y 2021, produciéndose en los seis primeros meses de este año un saldo migratorio favorable de +644. La escasez de mano de obra que se ha extendido tras la pandemia, sobre todo en los sectores como hostelería y construcción ha servido de atractivo a inmigrantes.La migración interior (hacia y de otras provincias) ha vuelto a la normalidad prepandémica. Se nos van más de los que vienen, volviendo a superar los que se fueron los mil (1.007).

El saldo migratorio final es positivo (+498) pero se debe en exclusiva a la inmigración de extranjeros (+644) puesto que la migración dentro del país tiene un saldo negativo de -146.

A modo de conclusión, el sociólogo palentino Javier Gómez Caloca asegura que «solo la inmigración exterior puede amortiguar la pérdida constante de población derivada de una dinámica asentada desde hace casi cuatro décadas de crecimiento vegetativo negativo. Cuanto más tardemos en asimilar esta realidad, más deterioro demográfico sufriremos y lo que es hoy una falta de reemplazo generacional se va a convertir mañana en una falta de reemplazo laboral, de escasez de mano de obra que puede limitar nuestro desarrollo económico». 

«Los inmigrantes ocupan los empleos que los nativos no queremos y si en los próximos quince años, según nuestra pirámide de población, 39.072 palentinos van a llegar a la edad de jubilación y sólo accederán a la vida activa 19.039 personas, la tasa de reemplazo laboral  se queda por debajo del 50%, para ser exactos será del 48,7%, este vacío solo puede cubrirse por personas no nacidas en la provincia, ya sean de otras provincias, lo que no parece fácil pues enviamos más de los que vienen o, sobre todo de otros países. No hay otra», añade.