La virgen del Brezo acoge a la comarca en su santuario

Noelia Tadeo
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El obispo de la Diócesis preside hoy la solemne eucaristía de las 11,30 horas, que además será retransmitida por 'La8 Palencia' a las 17 horas. Los asistentes deben respetar las medidas de seguridad durante toda la jornada

La virgen del Brezo acoge a la comarca en su santuario

Nuestra Señora del Brezo se ha convertido en la venerada patrona de miles de fieles que cada año acuden a su santuario para rendirle honores por todo lo alto. Sin embargo, por segundo año consecutivo el programa no podrá llevarse a cabo como manda la tradición. Esta vez no será la lluvia la causante de las modificaciones, como el año pasado que obligó a celebrar la misa en el interior del templo, en lugar de hacerlo en la campa, sino las estrictas medidas de seguridad derivadas de la Covid, que impedirán que sea multitudinaria para garantizar la salud de todos los devotos. 

El párroco, Omar Castrillo, es uno de los encargados de la organización, junto a la cofradía de Nuestra Señora del Brezo y el Ayuntamiento de Santibáñez de la Peña. De hecho, asegura que esta vez «se ha organizado de una manera que permita hacerlo con seguridad y responsabilidad». Para ello, se han visto obligados a suspender actos habituales como la procesión, por lo que los fieles no podrán sacar a hombros a la patrona de La Peña. Las ofrendas florales tampoco podrán llevarse a cabo, aunque las flores podrán colocarse en la capilla de la Virgen del Mar. El grupo de danzas no demostrará su dominio de los bailes tradicionales. Y, por supuesto, ninguna familia podrá quedarse a comer en la pradera.

No obstante, todos los devotos y cofrades de la Virgen tendrán oportunidad de venerar su talla románica del siglo XIII, traída desde la capital, donde se custodia en  dependencias del obispado, durante el día hoy en su hogar, el santuario, al tiempo que demuestran su cariño por su patrona. 

En este sentido y pensando en el bienestar de los asistentes, se han programado cuatro eucaristías a lo largo de la mañana, la primera a las 9 horas y la última a las 13 horas. La misa mayor será a las 11,30 horas, presidida por el obispo de la diócesis, Manuel Herrero, presidirá el evento, algo habitual en el Brezo, pues cada año acude a dedicar una palabras a la Virgen y a todos los feligreses presentes.

Y a pesar de la situación tan compleja y diferente, habrá una gran novedad, pues esta misa solemne será emitida a las 17 horas en La 8 Palencia, de forma que todos aquellos feligreses que no puedan acceder al templo por la limitación de aforo, podrán escuchar las palabras del obispo y vivir la eucaristía desde sus propios hogares. 

El aforo estará limitado en todas las misas, de ahí que se hayan programado cuatro para poder distribuir a lo largo de toda la mañana a los vecinos de la Montaña Palentina que quieran acudir a rezar y a rendir honores a Nuestra Señora del Brezo. 

Durante la tarde los actos continúan, esta vez con el rezo del rosario a las 16,30 horas y con una eucaristía en la fuente de los pastores a las 18 horas. 

Todos los actos serán «sencillos», pero es «la única manera de celebrar la festividad de la Virgen», asegura el párroco Omar Castrillo. 

No hay que olvidar que para poder acceder al santuario y asistir a las eucaristías se debe tener en cuenta una serie de recomendaciones, como el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos y el mantenimiento de la distancia de seguridad. 

Asimismo, el párroco pide a las familias que no se queden en el Brezo «para evitar aglomeraciones» y recomienda ser responsables en todo momento, pues la colaboración de todos los feligreses que acudan hoy hasta el santuario ayudará a pasar una jornada a gusto y con seguridad. 

Fieles a la tradición. Es casi obligado acudir cada 21 de septiembre al santuario mariano de Nuestra Señora del Brezo. Está ubicado a los pies del Brezo, en uno de los parajes más bellos de la zona y que gana en espectacularidad el día que se festeja a la patrona.

La tradición cuenta que, en el siglo XV, la Virgen María se apareció en sueños a dos pastores extremeños: Diego y Pedro. Les transmitió el encargo de acercarse hasta el pago conocido como Fuente del Brezo para dar con una talla que allí se encontraba. La misión parecía complicada, pero ambos decidieron aceptarla sin problema, se pusieron manos a la obra y en 1478 cumplían la orden, dando origen a una de las fiestas más multitudinarias de la provincia: la Romería Mayor de la Virgen del Brezo. 

De hecho, cuando los extremeños llegaron a la zona, una nueva aparición les reveló que aquel era el lugar exacto para levantar el templo. Quinientos años después, los vecinos de la Montaña Palentina siguen manteniéndose fieles a su cita anual con la que se ha convertido en la patrona de La Peña.

La devoción se mantiene intacta, junto con la admiración y el respeto que se granjearon los dos pastores cacereños, y que se fraguó en este magnífico paraje de Villafría de la Peña, a los pies del Brezo. 

El santuario de estilo neoclásico es del siglo XVIII y está compuesto por tres edificios: el templo, la capilla de confesiones y la hospedería, lo que lo convierte en un lugar idílico y digno de admirar.

Además, en el interior del templo se encuentra la Virgen del Mar, encontrada, al parecer, en 1570 por unos pescadores catalanes dentro de una caja con un letrero en el que se podía leer: «Voy en Romería a Nuestra Señora del Brezo».

Por su parte, la Virgen del Brezo es una talla de estilo románico y madera policromada.  Es una imagen mariana sedente con el niño sobre sus rodillas. Se trata de una de las piezas más valiosas del patrimonio religioso palentino; de hecho, formó parte de la edición aguilarense de la exposición de Las Edades del Hombre.

No podemos olvidar que en 1961 fue coronada como Reina y  que llegó a ser bendecida por el Papa Benedicto XVI, lo que ayudó a consolidar más si cabe su importancia en la comarca y la diócesis. 

Para rendir honores a la patrona de La Peña la tradición manda acudir al santuario como, hacen cada año miles de feligreses y cofrades, quienes en muchos casos madrugan para asegurarse un buen sitio.

El repique de las campanas anuncia la salida de la Reina del interior del templo, ataviada con sus mejores galas: su manto de terciopelo azul bordado en hilo de oro y su corona. Es portada a hombros hasta la campa para celebrar la Misa Mayor y escuchar las ya habituales palabras del obispo. 

Las ofrendas, los vítores, la música y los bailes tradicionales ocupan el resto de la jornada, hasta que la pañolada blanca despide a Nuestra Señora. Desde ese momento arranca la Romería Mayor, uno de los momentos más emotivos para todos los vecinos de la Montaña Palentina y para los foráneos que deciden acudir. Este 2020, sin embargo, la pandemia imprime sus condiciones.