Son altamente contaminantes y nocivos, por eso mismo, para el medio ambiente y para la salud animal y humana. Pero es que, además,  no valorizarlos para, en la medida de lo posible, darles una segunda vida útil, contribuye a encarecer determinados procesos extractivos y productivos. Las consecuencias las pagamos directamente en el llamado Primero Mundo, pero son todavía mucho más nefastas para los países en vías de desarrollo y sobre todo para los más pobres del ranking. Les enviamos miles de toneladas de residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos, que desechamos alegremente y que no pueden gestionar de manera adecuada, y auspiciamos además que se siga explotando para obtener nuevas remesas de minerales. 

Es, desde luego, una de las peores facetas de la globalización, sustentada en el capitalismo puro y duro y en la necesidad de cubrir una altísima demanda consumista. Las ayudas al desarrollo y la labor humanitaria no pueden contrarrestar el daño infligido. Por eso, de igual modo, que estamos sensibilizados en materia de separación de residuos y de recogida selectiva en el caso de los envases ligeros, el papel, el vidrio y la basura orgánica, deberíamos avanzar, a nivel personal, pero también social e institucional, en lo concerniente a los eléctricos y electrónicos. Y así como hay centros y empresas que se dedican a gestionar, valorizar y dar una segunda vida al vidrio, al cartón o a las latas, así también las hay que se ocupan de estos otros. Y es en ellas donde tienen que acabar, no en los contenedores de nuestras calles.

 La provincia de Palencia se encuentra entre las que más y mejor reciclan los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en Castilla y :León, gracias a una empresa que fue pionera en España en este campo y que en la actalidad lidera ese ranking regional con la recogida, traslado y almacenamiento  de unas seis mil toneladas anuales. InduRaees trabaja en más de diez líneas de tratamiento y somete un noventa y cinco de lo recogido a reciclado y valorización. Obtiene, así, y reintroduce en el mercado hierro, aluminio, cobre, latón, plástico y tarjetas de circuitos electrónicos, cerrando el ciclo de flujos, evitando emisiones contaminantes y gestionando los residuos peligrosos que elimina, dándoles salida a gestores autorizados. Por todo ello, la firma radicada en Osorno desde 2009, ha recibido la medalla de plata de la Cámara de Comercio e Industria. Es, además, una de las nueve existentes en España que reciclan equipos de frío, y está convencida de que es en la economía circular donde reside la supervivencia del planeta.

Con mercantiles como esta, la provincia va bien encaminada hacia ella. No es lo único que hay que hacer, pero sí muy importante.