Ya era hora. Esta fue la exclamación generalizada ayer entre muchos hosteleros y clientes al retomar ocho meses después el consumo utilizando la añorada barra. Un mayor aforo interior, sin límitaciones en las terrazas, y un cierre de negocios en función de la licencia de cada uno, sacarán más gente a la calle y, como espera también el comercio, el consumo inducido será mayor apoyado en el verano.
«Teníamos ganas de trabajar en condiciones normales. Cuesta entrar todavía en el interior y, los que no tenemos terraza o no nos la concedieron pese a haber espacio cerca, lo hemos pasado peor y aguantar el día a día es duro. Aún no hemos recibido las ayudas solicitadas y ojalá lleguen este año», señala a DP Jorge García, propietario del bar Distinto, situado junto a uno de los accesos a la plaza de Abastos.
Ya fueran grandes o pequeñas, las barras -aunque algunos locales mantienen todavía mesas altas junto a ellas- se fueron poblando de clientes ávidos de conversación y un trato más cercano con los hosteleros que, en algunos casos, son como de la familia. «Espero que la recuperación, que ya se percibe, sea sostenida en el tiempo porque la gente va accediendo al interior de los bares más relajada. Las vacunas están ayudando muchísimo a superar una situación muy dura», enfatiza Jorge Luis de Miguel, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Palencia (AEHP).
Para el veterano hostelero no es lo mismo para un grupo de amigos tener que sentarse en mesas distintas y no poder consumir juntos. «Estar en la barra hablando y establecer relaciones sociales se echaba de menos. Subir el aforo interior al 75% y juntar hasta 25 personas en mesas unidas en el caso de celebraciones es muy positivo también. Este fin de semana podremos hacerlo con reservas ya hechas y que van subiendo y la diferencia es abismal. Solo nos queda que el Ayuntamiento asegure que se mantendrán hasta el final de 2022 los permisos para seguir con la terraza a quien no la tenía tanto en aparcamientos como otros espacios urbanos para que el sector termine de levantar cabeza», argumenta.
Luis Fernando Tejerina, presidente de la Federación de Comercio de Palencia (Fecopa), cree que todos los efectos de la desescalada son positivos. «El cambio de mentalidad de la clase dirigente es bestial, las restricciones han bajado mucho y la economía ya lo nota. Los bares lo están percibiendo y el resto de negocios y comercios también. Todo anima, la gente normaliza su vida y con la vacunación progresiva el consumo será mayor en todos los ámbitos», expone.
A su vez, el comerciante incide en que, después de una etapa dura con limitaciones en el día a día, la normalidad se va restableciendo. «Oyes a la gente que ya tiene una o las dos dosis de vacunas y la mentalidad te cambia. En unos días se suprimirá la mascarilla en zonas exteriores y todo tiene visos de relanzarse y funcionar», concluye.