El futuro de las plazas de Rabí Sem Tob y San Telmo

Carlos H. Sanz
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Para el impulso comercial de la zona resultará clave conectar la actividad de la avenida de San Telmo a través de las calles de Manuel de Falla, Cruz y Castillo y Doña Jimena

El futuro de las plazas de Rabí Sem Tob y San Telmo - Foto: Óscar Navarro

El último barrio o, mejor dicho, la última zona de actuación incluida en el Plan Especial de Reforma Interior para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana realizado por la firma C. Andrés + LL. Masiá a petición del Ayuntamiento es la de Santiago. Para esta parte de la ciudad, el Consistorio maneja un conjunto de actuaciones llamadas a revitalizar las estructuras urbanas de forma que esta zona degradada o en proceso de deterioro no acabe por expulsar a su población. La invervención se centra en una superficie total de 77.462 metros cuadrados que alberga 89 edificios con 1.754 viviendas en las que residen unos 3.215 habitantes.

Concretamente, las calles afectadas por estas propuestas son las de Blas de Otero, Guzmán Ricis, Marciano Zurita, Manuel de Falla, Garrachón Bengoa, Sinesio Delgado, Santiago, Cruz y Castillo, Diego Laínez, Doña Jimena, Cenera de Zalima, Alberto Fernández, Los Peregrinos, Doña Sol y Doña Elvira y Tello Téllez de Meneses, así como las plazas de Rabí Sem Tob, San Telmo y Virrey Velasco, y la avenida de San Telmo.

Quien conozca bien el barrio se habrá dado cuenta de que el ámbito de actuación comprende dos partes diferenciadas separadas por la calle Santiago y que tienen como ejes neurálgicos dos plazas: Rabí Sem Tob y San Telmo.

La primera data de los años sesenta del siglo pasado y, en torno a ella, hay conjuntos de edificios de bloque abierto y en manzana «con muchas deficiencias energéticas y en cuanto al tratamiento del paisaje urbano».

En concreto, los técnicos de C. Andrés + LL. Masiá llaman la atención sobre cómo los bloques de viviendas conforman una sucesión lineal paralela a la avenida de Valladolid, donde existe «un elevado porcentaje de locales comerciales cerrados y se perciben paños enteros de cierres sin tratamiento que conforman pasajes transversales a las calles principales de nula calidad urbana».

La otra zona, en la parte sureste del barrio, se articula en torno a  la plaza de San Telmo, donde existen manzanas compactas muy densificadas, con calles muy estrechas para la altura de los edificios, y donde, según los arquitectos, «existen deficiencias notables con muchas plantas bajas destinadas a viviendas, una escena urbana degradada y una alta densificación».

Si se cierra el foco sobre el espacio público de esta zona del barrio de Santiago, el observador se percata de problemas como el hecho de que los espacios entre bloques están ocupados mayoritariamente por los coches; que la zona suroeste presenta aceras muy estrechas o la ausencia total de ajardinamiento, «especialmente significativo en las calles de Sinesio Delgado, Santiago y Marciano Zurita», ponen como ejemplo los arquitectos. 

Hay calles con una anchura insuficiente, «por lo que es necesario diseñar nuevas soluciones para conseguir itinerarios seguros continuos», por no hablar de la «necesidad de una total remodelación» de las plazas de Rabí Sem Tob y San Telmo, con pavimentos y mobiliario urbano degradados en la primera, y convertida en aparcamiento de vehículos privados, la segunda. «Su renovación es vital para intensificar la convivencia y el encuentro de los habitantes del barrio», creen los técnicos de C. Andrés + LL. Masiá.

La solución. Para cambiar esta situación, el Ayuntamiento ya tiene sobre la mesa un conjunto de actuaciones que marcarán las líneas de intervención urbanística en el barrio durante los próximos años. En cada una de las nueve intervenciones propuestas por este Plan Especial de Reforma Interior para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana, uno de los puntos fundamentales es el que recoge las propuestas para activar el eje terciario, es decir, la apertura de comercios, bares o pequeños negocios.

Para los urbanistas, resulta clave conectar el barrio de Santiago a la intensa actividad comercial presente en la avenida de San Telmo, y para ello apuestan por concentrar ese impulso económico en las calles de Manuel de Falla, Cruz y Castillo y Doña Jimena.

Eso, explican, exigirá la implementación de mejoras peatonales y la introducción de nuevos usos, una intervención que afectará positivamente a los espacios y calles ubicados entre los bloques lineales adyacentes.

Así, por ejemplo, para la calle Cruz y Castillo proponen poner en valor los locales de los edificios, «activando la calle desde el punto de vista peatonal y económico permitiendo una relación con el espacio público más rica y diversa»; y para las plazas de San Telmo y de Rabí Sem Tob, aplicar «un tratamiento estético homogéneo del zócalo (la parte baja de los edificios) y la implantación de nuevos usos para recualificarlas y reactivarlas, dado su gran potencial como espacios públicos de calidad».

Las plazas. De esta forma, una actuación clave en la propuesta urbanística para el barrio de Santiago es la renovación de las plazas de Rabí Sem Tob y San Telmo. Para la primera, los urbanista proponen su reorganización, con zonas diferenciadas según los distintos usos posibles, zonas verdes y de paso. Esto exigirá un rediseño del suelo con nueva pavimentación, mejoras en el mobiliario urbano, nueva iluminación y zonas ajardinadas que complementen al arbolado existente. ¿Para qué? Para reactivar los locales comerciales acercándolos a las zonas donde la gente se sienta o se para a disfrutar de la plaza. Para la de San Telmo, se propone un rediseño introduciendo zonas estanciales, iluminación y mobiliario urbano. Además, se reforzaría como espacio verde incorporando arbolado y zonas ajardinadas, tanto en las zonas estanciales como en los nuevos aparcamientos.

Zonas de aparcamiento. La propuesta también recoge soluciones para las zonas de aparcamientos entre bloques de las calles de Manuel de Falla y Blas de Otero. Para la primera se propone un rediseño del área introduciendo zonas donde los peatones puedan estar, mobiliario urbano y elementos verdes, lo que exigirá la reorganización de las plazas de aparcamiento y del viario.

En Blas de Otero, hacia la calle Filipinos, el espacio entre bloques luce actualmente completamente ocupado por plazas de aparcamiento. Pues bien, se aboga por un rediseño del área introduciendo zonas estanciales, mobiliario urbano, zonas ajardinadas y arbolado. Para ello se deben redistribuir las plazas de aparcamiento, viarios y accesos a garajes.

En materia de comercio, los urbanistas abogan también por poner en valor las galerías entre las calles de Manuel de Falla y Sinesio Delgado, llevando a cabo la mejora de pavimentos y de iluminación, así como introduciendo elementos verdes que mejoren la calidad del espacio propiciando la reactivación del zócalo comercial y los locales.

Para el espacio libre entre bloques en Cruz y Castillo se contempla la mejora de la iluminación y la colocación de mobiliario urbano y arbolado o elementos verdes como jardineras; mientras que para el existente en la calle de Alberto Fernández, se recomienda la mejora de los pavimentos, diferenciando zonas estanciales y de paso, y la colocación de mobiliario que fomente su uso, así como la introducción de arbolado o elementos verdes. Esta misma solución se ofrece para el espacio libre en la calle de Genera de Zalima.

En cuanto a movilidad, el Plan Especial de Reforma Interior para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana propone dar continuidad al carril-bici existente a lo largo de la avenida de San Telmo.

Más verde. De lo que ya hay en el barrio de Santiago, la propuesta urbanística aboga por el mantenimiento del frente arbolado que caracteriza la imagen del barrio desde la avenida de San Telmo, aunque sí pide mobiliario urbano y conexiones peatonales hacia el sur con pasos señalizados en las intersecciones principales.

También se deberían poner en valor las áreas de influencia del instituto Trinidad Arroyo, del centro de salud de Pintor Oliva y de los equipamientos deportivos, con más conexiones peatonales hacia sus entradas.

Lo mismo ocurre con el complejo sanitario de San Telmo, para el que se propone una conexión peatonal con los accesos principales a través de la avenida y un calmado del tráfico en la calle de Tello Téllez de Meneses a través de la reducción del ancho de la calzada y la ampliación de la acera con arbolado. Respecto a la entrada hacia la Escuela de Enfermería desde Doña Sol y Doña Elvira, se piden recorridos peatonales más accesibles.

Finalmente, para el colegio San José y otros equipamientos y espacios libres al sur del ámbito también se aboga por favorecer conexiones peatonales que crucen la avenida de San Telmo.

En el nuevo modelo de ciudad hacia el que camina Palencia, los árboles y zonas verdes juegan un papel fundamental. Esta línea de acción también está presente en el Plan Especial de Reforma Interior para la rehabilitación, regeneración y renovación urbana, que en el caso del barrio de Santiago, aboga por consolidar el arbolado de la avenida de San Telmo y las calles de Blas de Otero, Cruz y Castillo y, sobre todo, Tello Téllez de Meneses.

En esta última vía, clave para la conexión de la avenida de San Telmo y los equipamientos sanitarios y deportivos -que ya cuentan con grandes zonas verdes- se propone, tal y como se ha dicho anteriormente, ampliar la acera para introducir arbolado de alineación, «que junto al ya existente consolide uno de los ejes verdes más importantes de la zona». «La permeabilidad del cierre de la parcela de equipamiento permite la continuidad visual hacia las zonas verdes privadas, mejorando la calidad del espacio urbano», creen los urbanistas.

Esto, que es lo existente, se mejoraría con la introducción de arbolado en las calles de Garrachón Bengoa, Manuel de Falla, Sinesio Delgado, Guzmán Ricis, Santiago y Doña Jimena. En algún caso, la medida iría aparejada a la ampliación de aceras, como en Garrachón Bengoa, en el tramo de acceso al barrio desde Blas de Otero, o en Manuel de Falla, donde implicaría reducir el ancho del carril para vehículos. 

Este nuevo arbolado iría, casi siempre, entre vehículos, al estilo de lo que se está haciendo en la calle Mayor Antigua, lo que lograría mejorar la calidad del espacio urbano y reactivar las galerías comerciales.

En vías peatonales, como la de Guzmán Ricis, deberán ser ejemplares más pequeños, combinados con otros elementos verdes; y únicamente en la calle de Santiago tendría como consecuencia directa la eliminación de aparcamientos, aunque solo en su primer tramo.

Edificios. Por último, cabe destacar que también se pretende actuar en las edificaciones, incidiendo en el cumplimiento de la inspección técnica de los edificios, ya que prácticamente la totalidad de los bloques es anterior al año 1980. 

Otro punto a tener en cuenta es que 29 edificios de los 89 incluidos en el ámbito de la intervención carecen de ascensor, sobre todo los del entorno de la calle de Doña Jimena y los alrededores de la plaza de Rabí Sem Tob, por lo que habría que facilitar su implantación.