Es indudable, y los hechos lo avalan, que en el Trofeo Plaspisa-Diputación hay mucha más igualdad que en la liga provincia. De hecho, la organización se afana en que así sea, con la aplicación de diversas normas, como la de alinear a todos los jugadores un cuarto o el límite de diferencia de goles, ocho. 

Sin embargo, es inevitable que en algún encuentro se produzca una notoria desigualdad en el juego y en el marcador. Y fue el caso del encuentro que protagonizaron el Club Internacional de la Amistad B y el Palencia FútbolFemenino. Con otros niños, el club rojigualdo defiende el título de campeón chiguito. Con estos jugadores lidera la general en la Segunda División provincial y es el cabeza de serie número uno en este torneo. Un poderoso equipo.

El Palencia FútbolFemenino, integrado exclusivamente por niñas, ha sufrido una remodelación esta temporada. Es un club  que todavía no ha cumplido dos años de existencia. Es cosa de tiempo, de madurez, de consolidar el proyecto, de que las niñas más pequeñas vayan creciendo el hecho que se vayan produciendo frutos. De momento, hay brotes verdes.

Sin embargo, había mucha diferencia entre ambos equipos y ya quedó evidenciado en el primer cuarto, saldado con un parcial de 4-0. Antes de llegar al descanso, se produjo el tope de los ocho goles de diferencia. Todo lo demás ya sobraba, especialmente para el equipo morado al que se le hizo muy largo el encuentro. Una goleada nunca ayuda ni al que la consigue, ni al que la recibe, ni por supuesto agrada a los espectadores de los dos equipos y los neutrales.