El PP utiliza la región para 'colocar' a Maroto en el Senado

SPC
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La designación del exalcalde de Vitoria, que se unirá a los socialistas Teresa López y Francisco Díaz como representantes autonómicos en la Cámara Alta, desata las críticas del PSOE y Podemos

El PP utiliza la región para ‘colocar’ a Maroto en el Senado

El Grupo Popular en las Cortes de Castilla y León propuso ayer para el puesto de senador autonómico por la Comunidad al vicesecretario nacional de Organización del PP y exalcalde de Vitoria, el vasco Javier Maroto, lo que desató las críticas del PSOE por considerarlo una «muestra de vasallaje». A través de un escueto comunicado, enviado minutos después de que se cerrase el plazo para que los grupos parlamentarios presentaran sus candidatos, en este caso el PSOE dos puestos y el PP uno, los populares informaron de que su nombre era el de Javier Maroto, quien se presentó como candidato por Álava al Congreso pero no consiguió votos suficientes, y que gracias a su designación volverá a ocupar un cargo público después de haberse quedado sin su escaño.

En el caso de los socialistas, los elegidos son la secretaria provincial del PSOE de Valladolid, Teresa López y el secretario general de Juventudes Socialistas de Castilla y León, Fran Díaz. Está previsto que hoy se celebren las reuniones de la Mesa de las Cortes y la Junta de Portavoces, en las que se fijará el orden del día del Pleno que se celebrará el próximo martes, con la votación de los senadores y de los integrantes de la Comisión Mixta de Transferencias entre el Estado y la Comunidad como únicos puntos. Tres nombres que saldrán elegidos, toda vez que Ciudadanos anunció ayer que no se opondrá, por «cortesía parlamentaria», a los senadores propuestos. 

Tras días de incertidumbre y con una prórroga parlamentaria pedida por el PP para decidir a quién proponían, finalmente ha sido Maroto, que se ha empadronado enSegovia y no quiso hacer declaraciones a este periódico, el propuesto por elPP.El propio Maroto ha estado últimamente muy activo en la Comunidad, acudiendo al Parlamento regional a la firma del acuerdo de Gobernabilidad entre PP y Cs y a la toma de posesión de Mañueco.

Una designación que deja fuera de la vida política al hasta ahora portavoz popular en la Cámara Alta, Ignacio Cosidó, y al expresidente de la Junta Juan José Lucas que abandonará el Senado después de 17 años, tras haber presidido esta institución entre 2002 y 2004, y ser vicepresidente desde entonces, en lo que supone su retirada de la vida política tras 34 años ocupando distintas responsabilidades. Por su parte, Cosidó aseguró en su Twitter que «ha sido un inmenso honor haber representado a Castilla y León», y prometió «seguir luchando por mi tierra y por el proyecto del PP que España tanto necesita».

Anexión de Treviño

Hace años,Javier Maroto se mostró contrario a Castilla y León al mostrarse partidario de que el enclave de Treviño -un enclave burgalés situado dentro de Álava compuesto por varias localidades- se integre en el País Vasco y deje de pertenecer a la Comunidad. En 2014 llegó a afirmar que los alcaldes de Treviño «hacen bien al intentarlo todo, porque Treviño es Álava, es Euskadi, y el sentimiento de los treviñeses es de pertenencia a Euskadi, por razones administrativas, culturales e históricas».

«Sucursal de Génova»

Tras conocerse la propuesta del PP, las críticas, especialmente desde elPSOE, no se hicieron esperar.Los socialistas castellanos y leoneses criticaron que la elección de Maroto es una «muestra de vasallaje y sumisión» del presidente de la Junta y presidente autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, al PP nacional. Así, incidieron en que esta propuesta es una «muestra más de que Castilla y León se ha convertido en una sucursal de Génova 13» y de la «sumisión» de Fernández Mañueco ante los intereses de Pablo Casado y la dirección nacional.

Por su parte, la viceportavoz parlamentaria del Grupo Socialista, Virginia Barcones, lamentó que la propuesta de los populares es «la guinda de un desagradable pastel». Barcones aseguró que «es una degradación de los propios intereses de la Comunidad absolutamente aborchonante», hasta convertir Castilla y León en un «protectorado con otra nueva intervención de Madrid».