Inés Lucía Ovejero Andrés: Motivación extra

César Ceinos
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Explica que se inscribió en el concurso 35 under 35 para darse a conocer en el sector y, tras la decisión del jurado, comenta «que está muy agradecida y muy contenta»

Inés Lucía Ovejero Andrés - Foto: DP

A esta ingeniera, si hubiera nacido unos años antes, muchas personas la hubieran definido, por culpa de un anuncio del Renault Clio de mediados de los 90, como JASP, es decir, una «joven, aunque sobradamente preparada». Ahora quizá no haya tanta gente que utilice este neologismo (aunque la marca lo haya vuelto a usar), pero acertarían a la perfección con la definición. Inés Lucía Ovejero Andrés (Palencia, 1992) es la décima ingeniera menor de 35 años más influyente de España a juicio de la Asociación Madrid Capital Mundial de la Construcción, Ingeniería y Arquitectura y Global Shapers, los organizadores del certamen 35 under 35.

La palentina se animó a participar en este concurso porque pensó que podía ser interesante para darse a conocer y, tras la decisión del jurado, comenta que «está muy agradecida y muy contenta» por aparecer en un listado «rodeada de profesionales que estoy segura de que tienen unos currículum increíbles». «Para mí es un orgullo y supone una motivación extra para seguir trabajando y aprendiendo como he hecho hasta ahora», explica Ovejero, quien también cuenta con una amplia hoja de méritos, tanto académicos como profesionales. De hecho, estos eran dos de los principales aspectos que valoraban en el concurso, junto a la motivación para seguir trabajando y otras cuestiones, como el dominio de idiomas.

Alumna de La Salle de Palencia, se marchó a Santander a estudiar Ingeniería Civil. Acabó el grado en Alemania. A continuación, estudió dos másteres, uno en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad Politécnica de  Madrid y otro en Administración y Dirección de Empresas (MBA) en EAE Business. En el plano laboral, se inició en Ferrovial-Agromán para pasar por la consultoría Ineco, donde permaneció cinco años; y la pyme Ingreen, en la que trabajó otros dos y, desde el pasado día 7, en Ineco de nuevo. Ahora forma parte del equipo de innovación encargado de desarrollo de producto.

Por otro lado, explica que «ha tenido la suerte» de estar en empresas que potencian a la mujer en el mundo de la ingeniería y comenta que el camino que ha tomado el sector para lograr la igualdad «es muy positivo». Respecto a la juventud, declara que, en el extranjero, «son conscientes de la formación y profesionalidad de los ingenieros españoles» y piensa que quizá se tendría «que poner en valor su talento en España». «No obstante, supongo que, por la necesidad de ingenieros, la situación mejore», manifiesta Ovejero, quien acabó muy contenta de su etapa en la capital cántabra. «Es una de las universidades de referencia en Caminos,Canales y Puertos y encima estaba cerca de Palencia», añade. Por ello, a su hermano le recomendó esa ciudad para estudiar Ingeniería Industrial.