Los 8.531 palentinos de nacimiento que han emigrado al exterior han optado por lo próximo, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística. Han elegido lo más cercano culturalmente, con el mismo idioma, América Latina (Argentina, Chile, México…) y, geográfica y administrativamente desde la entrada de España en la Unión Europea, Europa (Alemania, Francia y Reino Unido, por este orden).
Si se desmenuzan los datos por continentes América se lleva la palma al acoger a 5.101 palentinos, el 60% de los emigrantes exteriores, seguido de Europa, con 3.166 (el 37,11%), mientras que muy de lejos se encuentran los otros tres continentes.
El país con más palentinos, a gran distancia del resto, es Argentina, donde viven más de la cuarta parte de los emigrantes, concretamente, 1.901 personas nacidas en la provincia (el 22,28% del total de emigrantes). «Sin duda, es una emigración que adentra sus raíces en la postguerra española, que fue sumando miembros de la misma red familiar y de amistad a lo largo de los años y que ha aguantado las duras y repetidas crisis económicas de la Argentina de las últimas décadas. La edad de los emigrantes y la desaparición de sus lazos familiares, de sus viviendas aquí no ha favorecido su regreso», asegura el sociólogo Javier Gómez Caloca en su informe emitido para Diario Palentino.
Seis de cada diez palentinos por el mundo viven en AméricaEl segundo país con más palentinos es Alemania, donde conviven los pertenecientes a la emigración de la década de los 60 en busca de empleo desde nuestros pueblos y los jóvenes titulados azotados por la crisis económica del 2008-2014. Las dos oleadas cinematográficamente representadas en Vente a Alemania Pepe, de 1971; y Perdiendo el norte, de 2015.
MÁS EN AUSTRALIA. Por orden de presencia de palentinos siguen Francia, Chile, México y Reino Unido, ocupando un importante lugar, de forma cuando menos curiosa, el país de las antípodas, Australia, donde viven concretamente 149, un número mayor que en Italia.
Además de la lógica prevalencia de los nacidos en la capital (3.206 y el 37,58% de los emigrantes), así como la presencia de los mayores municipios de la provincia (Guardo, Villamuriel de Cerrato, Venta de Baños y Aguilar de Campoo), destaca la aportación de municipios más pequeños del norte de la provincia con la segunda posición de Barruelo de Santullán (271), la cuarta de Cervera de Pisuerga (225) y, sobre todo, el undécimo lugar que ocupa La Pernía. Para el sociólogo Javier Gómez Caloca, «el hecho migratorio, tan arraigado, marca nuestra idiosincrasia. Se van los más jóvenes lo que, entre otros problemas, nos obliga a tener el doble de plazas residenciales para personas mayores que la media españolas por la ruptura de las redes de apoyo familiar (Palencia 10,4 plazas por cada 100 personas de 65 y más años. España 4,2, siendo la recomendación de la OMS 5 plazas)».
«La emigración favorece la emigración. Tenemos canales abiertos a través de redes de relaciones familiares y de afinidad con todas las provincias y muchos países del mundo lo que facilita decisiones migratorias. Por otro lado, la emigración como práctica cultural limita el emprendimiento, puesto que ofrece una idea de éxito asociada al hecho migratorio», añade Gómez Caloca.
REFLEXIONES. Para el sociólogo palentino, «cada día parece más difícil retener a los jóvenes, como si no hubiera interés en ello porque lo que, para la provincia, y la Comunidad en su conjunto, es un círculo vicioso (emigración de los jóvenes, envejecimiento y despoblación) no deja de ser un círculo virtuoso para las opciones políticas más conservadoras que ven consolidado su poder. No digo que lo busquen, pero les favorece tanto que no tienen incentivos para pasar de las grandes palabras contra la despoblación a los hechos de las políticas».
Reitera que Palencia refleja una evolución demográfica negativa causada por la emigración de jóvenes y escasa capacidad de atracción de extranjeros, lo que, a su juicio, es causa del envejecimiento relativo de la población que, a su vez, limita la fecundidad e incrementa la mortalidad.
«Sería conveniente ocuparse de nuestra población vinculada, que emigró en el pasado y hoy jubilados, todos los años pasan meses entre nosotros. ¿Por qué no se quedan todo el año, qué nos falta para que tomen esa decisión? En estos momentos, según el INE, tenemos 101.736 palentinos de nacimiento que viven en otras provincias españolas (más del 46 % de los nacidos aquí). Merecería la pena, trabajar seriamente en intentar atraer a parte de ellos», apunta Gómez Caloca.
«Debería invertirse el dinero público con criterio y no con medidas populistas de subvención a la natalidad, sean 600 o 2.500 euros, que ya han demostrado que son medidas de suma cero (no hay más nacimientos de los que hubiera habido sin estas ridículas ayudas)», añade el sociólogo.