Casi el 50% de los nacidos en Palencia viven fuera

Alberto Abascal
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Por cada persona que ha venido a vivir desde otras autonomías y países se han ido 2,7 que nacieron en el marco provincial

Casi el 50% de los nacidos en Palencia viven fuera

Que la sangría poblacional sigue cebándose con la provincia no es novedad, por desgracia, desde hace años. La estadística del padrón continuo que publicó recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE) a 1 de enero de 2022 recalca que Palencia había perdido en el último año 1.175 personas, lo que supone un 0,74% del total. En realidad esta sangría fue mayor (1.277 personas) pero el aumento de la población extranjera en 102 personas (aumento del 1,39%) alivió ligeramente las cifras, según el estudio realizado para este periódico por el sociólogo palentino Javier Gómez Caloca con los datos definitivos referidos a 1 de enero de 2022 y publicados por el INE.

Hay que recordar que según los datos aportados, el 48,30% de la población total palentina vive en la capital, que baja hasta los 76.289 habitantes. Es decir, pasa de los 77.090 que tenía a fecha de 1 de enero de 2021 a 76.289, lo que supone un descenso de 801 habitantes. Estocorroboraba que el 68,2% de la pérdida poblacional del último año se había registrado en la capital.

Sin embargo, hay otras aristas que se pueden analizar en cuanto a la estadística palentina y, para comenzar, nos podemos hacer una pregunta básica: ¿Cuántas personas que viven dentro o fuera de la provincia son natales de Palencia? La pregunta tiene respuesta, según el Instituto Nacional de Estadística: 228.584. Pero hay más, ya que de este número de palentinos 118.317 viven dentro de las fronteras de la provincia y 101.736 lo hacen en otras del país, mientras que los 8.531 restantes están distribuidos en distintos países del mundo. En resumen, el 51,76 por ciento de los oriundos de Palencia tienen su vida establecida dentro de los márgenes provinciales, mientras que el 48,24 por ciento restante se encuentra en la diáspora. Así las cosas, se podría decir que hay una segunda Palencia que ha establecido su vida fuera del nido provincial.

TRES A UNO. «La población nativa (118.317) se complementa con 33.479 personas que venidas de otras provincias (inmigración interior) y 7.327 de otros países (inmigración exterior), aportando a la población total a 1 de enero de 2021 un total de 40.806 habitantes. Es decir, la cuarta parte de la población (el 25,65%) es de fuera, no ha nacido en Palencia. Por tanto, nuestro balance migratorio, entendido como la diferencia entre los palentinos que se han ido, los denominados palentinos de la diáspora (110.217), y los venidos de otras partes de España y extranjero que viven en Palencia (40.806), es muy negativo, desolador: por cada persona que ha venido a vivir aquí desde otras provincias y países se han ido 2,7 personas nacidas en Palencia», reitera Javier Gómez Caloca. 

Abundando más en los datos obtenidos, en cuanto a las comunidades autónomas de acogida, una cuarta parte se ha quedado en Castilla y León, donde viven 26.388 palentinos, el 25,94% de los emigrantes interiores. Le sigue muy de cerca el País Vasco con 20.114 (el 19,77%) y Madrid donde han encontrado acogida 19.191 palentinos (el 18,86%).

«Se puede decir que la emigración al País Vasco es anterior y distinta a la que se ha producido, sobre todo, en las últimas décadas a Madrid. La primera [al País Vasco] es la que coincide con el éxodo rural, el abandono de la agricultura en los pueblos a partir de los años 60 del siglo pasado y la búsqueda de empleo en el sector industrial. Es la emigración que se junta y crea Casas de Palencia como forma de mantener el contacto con los de la tierra. Una emigración que ha terminado su vida laboral y se han convertido en abuelos y que vuelve a Palencia, a los pueblos donde nacieron. Se trata en muchos casos de esa población vinculada que va y viene, especialmente de Semana Santa a Todos Los Santos, que no acaba de quedarse porque allá tiene a los hijos, a los nietos que hay que llevar y traer del colegio...y unos servicios públicos, sobre todo la Atención Primaria sanitaria, que perdería si se empadrona aquí», pormenoriza el sociólogo Javier Gómez Caloca.  

«Por el contrario, Madrid es el agujero negro -prosigue Javier Gómez Caloca- por el que desaparecen los jóvenes desde finales del siglo pasado. Es la huida a la búsqueda de oportunidades una vez terminados los estudios universitarios, aunque cada vez más, para iniciarlos. Es a donde exportamos a los parados, lo que maquilla artificialmente nuestras cifras de desempleo para alegría de gobernantes autonómicos, provinciales y locales pero dramático para el futuro próximo que verá como no hay reemplazo laboral».  Para el sociólogo palentino se puede obtener una doble consecuencia negativa de esta emigración de jóvenes estudiantes a Madrid: Los hijos se van fuera de Palencia, fuera del distrito universitario y ya no volverán dejando un vacío poblacional aquí, un retroceso de la fecundidad y la natalidad porque sus hijos, si deciden tenerlos, los tendrán en Madrid…y acabarán arrastrando a los abuelos que, así, se convertirán en población vinculada de allí para volver aquí fines de semana, no todos, y vacaciones. 

«Un nuevo tipo de emigración, la de por trabajo, en busca de oportunidades profesionales a la emigración de losjubilados para acompañar a los hijos y nietos», subraya.

CINTURÓN MIGRATORIO. Por lo demás, el cinturón migratorio que rodea la provincia se completa con Cantabria, destino de 8.165 palentinos, el 8,03 por ciento de los emigrantes internos.

Además, si se analiza dónde se han ido los 26.388 palentinos que se han aterrizado en las provincias de Castilla y León, también la proximidad es la regla.

De hecho, 15.244 palentinos de nacimiento (el 57,77 por ciento de la emigración intrarregional) se han mudado a poco más de 40 kilómetros, a Valladolid. «Aunque esté cerca, ir y venir todos los días a trabajar, en muchos casos a centros de la administración regional, al final acaban estableciéndose en Valladolid con mayor oferta educativa para la prole y más servicios públicos y privados», reitera Javier Gómez Caloca.

Burgos y León son, a gran distancia, los otros dos polos de atracción en la Comunidad.

Si se baja al nivel de la provincia, excluidas las comunidades autónomas uniprovinciales, las provincias que más palentinos han atraído son, por orden de presencia de palentinos, Valladolid (15.244), Bizkaia (12.844), Barcelona (5.856), Burgos (5.630), Gipuzkoa (3.836) y Araba (3.434).

En definitiva, el éxodo rural que empezó así a mediados del siglo pasado, con dirección a Madrid, País Vasco, Cataluña o Europa, apenas se ha detenido desde entonces. 

Y además, casi todos los que se quedan lo hacen en las capitales de la Comunidad o sus entornos, agravando el vaciamiento de sus provincias, aunque como ya se ha comentado Palencia es la excepción en cuanto a su capital: Desde el 1 de enero de 2021 hasta el 1 de enero de 2022 se ha producido un descenso de 801 habitantes, a los que habría que añadir los 1.054 habitantes en el anterior ejercicio.