La Peña Taurina abre ciclo con el respeto al toro de lidia

DP
-

Roberto García Yuste y Faustino Herranz González, de la Asociación del Toro de Madrid, estrenan temporada

La Peña Taurina abre ciclo con el respeto al toro de lidia - Foto: Sara Muniosguren

La Peña Taurina Palentina ha comenzado su XXXVII ciclo taurino cultural con un cartel de lujo que atrajo a su sede a numerosos aficionados. En el encuentro intervinieron Roberto García Yuste, presidente de la Asociación del Toro de Madrid, y Faustino Herranz González Rosco, socio de dicha asociación y emblemático aficionado del tendido 7 de las Ventas.

El título de la charla fue El toro y la actualidad de la fiesta y abrió el encuentro Herranz González, quien con un lenguaje claro, campechano y directo contó al auditorio cómo le entró el gusanillo de la afición por los toros «desde chaval», cuando comenzó a asistir a los festejos de las Ventas, allá por el año 1966, junto con otros amigos de su pueblo, Guadalix de la Sierra. Recordó la corrida de Miura de ese año en Madrid, donde vio cortar dos orejas al Viti que compartió cartel con César Girón y Agapito García Serranito.

Resaltó la figura de Manuel Martínez Flamarique Chopera, al que denominó El Grande, porque para él ha sido el mejor empresario que ha tenido la fiesta de los toros y, conectando rápidamente con el buen aficionado, pone orden en la plaza madrileña tras el paso por la misma, con escasa fortuna, de Berrocal y de Canorea.

Por entonces, en el Tendido 7 ya había grandes aficionados muy entendidos y muy críticos, de los que él se consideró siempre un humilde aprendiz; aficionados que habían tomado el testigo de la famosa Andanada del 8 y del Tendido 3. Se declara «aficionado de emociones», reconociendo haberse emocionado hasta el llanto ante la faena de Diego Urdiales el pasado año en Madrid con el toro Hurón de Fuente Ymbro. Lo mismo le ocurrió este año en Bilbao con Paco Ureña con toros de Jandilla y con Fernando Robleño y el toro Navarro de Fernando Valdellán, al que elogió por su buen hacer como ganadero. 

Respecto al papel de la Asociación del Toro de Madrid, de la que fue socio fundador hace ya 23 años junto con otros veinte aficionados del tendido 7 de las Ventas, comentó que su objetivo fue poner fin al deterioro que en año 1996 padecía la Fiesta: falta de casta, de trapío, fraude en las astas, dopaje de las reses, devaluación de la suerte de varas, de quites….

Piensa que desde la asociación, a través de sus críticas y su empeño en que el toro sea el eje de la Fiesta, se han ido consiguiendo avances importantes. Recordó con nostalgia a personajes  que eran abonados al 7 y que vivían y sentían la fiesta con gran emoción, como los actores Paco Rabal y Nicolás Dueñas, o el político palentino Santiago Amón. 

Finalizó con una frase que le define: «El que quiera que me critique, pero de lejos, porque si se me acerca, acabo por convencerle».

informar. Tomó la palabra a continuación, Roberto García Yuste, presidente de dicha asociación, quien se declaró alumno de Rosco, porque fue de su mano cuando siendo niño iba a la plaza de Madrid, impregnándose de su saber y del respeto por el toro de lidia.

«Somos aficionados de temporada, no de feria. Vemos toros desde marzo hasta octubre, asistiendo alrededor de 70-80 festejos. Si al final nos hemos emocionado con cuatro toros, nos damos por satisfechos», dijo. 

Recordó que todo buen aficionado debe tener presente una frase rotunda del gran periodista Joaquín Vidal: «Lo primero, saber ver el toro». Luego añadió que hay que analizar su presencia, trapío y seriedad, así como fijarse cómo remata en el burladero, cómo empuja en el caballo y el comportamiento en banderillas.

El toro tiene que ser «enemigo del torero», transmitir peligro, bravura, demostrar casta y luego ser humille y transmitir emoción, destacó García Yuste.  El presidente de la Asociación del Toro de Madrid reivindicó como uno de los objetivos de su colectivo la lidia completa en todos sus tercios, criticando cómo en muchas plazas solo se da importancia a la faena de muleta.

Se declaró en contra del exceso de triunfalismo y de la poca exigencia que impera en el mundo del toro, al tiempo que reclamó que la autoridad competente, cada cual en el papel en el que tiene responsabilidad, extreme el celo en defensa de la pureza de la Fiesta y a la prensa. De ahí que pidió más implicación, que se ejerza la crítica y que se informe con rigor.

Sobre los antitaurinos, dejó en el aire una frase del filósofo Fernando Savater: «Algunos  antitaurinos solo utilizan la cabeza para embestir». Tras las intervenciones, se celebró un animado coloquio que fue muy del agrado del público asistente a la charla.