La cofundadora y consejera delegada del Prosol (Productos Solubles), con sede en Venta de Baños, Rocío Hervella, reclamó ayer que el Fondo de Reconstrucción de la Unión Europea tenga en cuenta a la empresa mediana, que facturan entre 50 y 500 millones de euros, para poder crecer, ganar competitividad y generar empleo. «Las 3.000 empresas medianas en España no vamos a poder competir con las grandes corporaciones en hacer proyectos de colaboración público privada al no contar con las infraestructuras necesarias», sentenció.
Antes de participar en un evento de Cre100do, la plataforma de la mediana empresa española, Hervella apostó por que los fondos europeos piensen en un modelo productivo país, transformador y se apoyen los proyectos de transformación digital para que las empresas ganen competitividad y así poder competir con empresas de otros países punteros como Alemania. Puso el ejemplo del peso sector de la automoción en Europa, que está liderado por Alemania y España se sitúa en el segundo lugar.
La también presidenta de la Empresa Familiar de Castilla y León reiteró, según recogió la Agencia Ical, la necesitar de tener en cuenta la mediana empresa en el reparto de los fondos europeos al ser una parte «esencial» para transformar el país. «Si quedamos al margen de esas ayudas, estaremos, de nuevo, en tierra de nadie. Ya se habla de un reparto entre grandes corporaciones y no vamos a poder luchar contra las 17 bifurcaciones que tendrán parte de los 70.000 millones de euros», significó. Por otro lado, se refirió al «escollo adicional» que tienen las empresas de tamaño medio al tener que pasar primero por la administración autonómica para llegar a la central.
Acompañada del director general de la Fundación Cre100do, César Tello, la CEO de Prosol subrayó que España utiliza la recomendación de la UE para la categorización de las empresas, por lo que las medianas con una facturación superior a 50 millones de euros y plantillas por encima de 250 trabajadores, son consideradas grandes. «Es algo que no se corresponde con la realidad de Europa y de los países competidores», precisó. Citó el caso de Alemania, con una segmentación diferente, para que la empresa mediana se pueda acoger a una serie de políticas y apoyos que permite una evolución del modelo industrial.
«Prosol factura casi cien millones de euros, por lo que nos consideran grandes, y competimos con cuatro compañías en Europa, de los que dos son líderes mundiales de la talla de Nestlé, que facturan millones y están cotizadas», sentenció. De esta manera, lamentó que empresas como la suya están en «terreno de nadie» porque en España hay 1,3 millones de pymes con una facturación inferior a 50 millones frente al 0,1 por ciento de compañías grandes y 0,6 por ciento, medianas. «Estamos muy alejados de las medias de otros países más avanzados como Alemania, con un 0,5 por ciento de empresas grandes y 2,5 por ciento de medianas», añadió. A juicio de Hervella, eso se traduce en que la mediana empresa tiene que hacer frente a las «cargas gravosas» de las grandes corporaciones y una falta de competitividad y productividad, además de afectar al PIB nacional con un déficit de 15 puntos con respecto a otros países.