La Semana Santa llegó ayer a su fin y la provincia fue copartícipe de la alegría de la Virgen después de saber que su Hijo ha resucitado. Un alborozo que marca el inicio de la Pascua y que en decenas de localidades de la provincia se escenificó de la misma forma, con procesiones en las que la Virgen halla al Santísimo.

En Ampudia, por ejemplo, la Virgen del Rosario salió de la colegiata de San Miguel en dirección al atrio de San Francisco, mientras que la talla del Resucitado lo hizo del Museo de Arte Sacro para encontrarse, momento en el que se quita el manto a la Madre del Señor.

Una de las procesiones con más solera es la de Carrión, que desde el siglo XVI celebra el desfile procesional del Rompimiento del Velo y del Encuentro, que ayer escenificó cómo Nuestra Señora del Rosario La Antigua pierde el luto ante el Santísimo, que es procesionado bajo palio. El encuentro se produjo en la plaza Mayor, ante la atenta mirada y alborozo de cofrades, vecinos y visitantes.

La provincia comparte la alegría de la PascuaLos desfiles procesionales en Astudillo finalizan el Domingo de Resurrección con la procesión del Encuentro, que partió desde la iglesia de San Pedro, donde la Virgen de la Soledad inicia su camino por las calles del pueblo hasta encontrarse con el Santísimo en el Arco de San Martín. Este feliz encuentro se celebró con el tradicional revoloteo del estandarte.

La Semana Santa de Guardo llegó a su fin con la segunda representación de la Asociación Cultural Barrio Barruelo. Los mismos actores que pusieron en escena la Pasión en la noche de Viernes Santo, representaron ayer en el encuentro entre Jesús y su Madre.

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