El Palencia Cristo Atlético sumaba un punto más en su objetivo (sueño) de alcanzar en la temporada de su debut en la Segunda RFEF (es la primera vez que se disputa dicha categoría) el play-off de ascenso a la Primera RFEF.

Ese empate sin goles ante el necesitado Salamanca (que apura sus opciones de seguir en la división) pudo significar un pequeño paso atrás para los de Rubén Gala, porque pasaron de ser cuartos a quintos.Pero visto objetivamente no deja de ser un paso más.

Porque significó sumar un punto, además fuera de casa, donde no es fácil conseguir triunfos en ningún deporte. Un pasito hacia delante para seguir una semana más en las posiciones de privilegio en una semana en la que, por ejemplo, perdió como visitante el histórico Compostela, séptimo, alejado ahora a cuatro puntos de los palentinos.

Quedan seis puntos en liza para que el equipo morado redondee una campaña excelente (Copa del Rey y play-off). Lo logrará sin más números si gana el domingo en La Albuera a la Segoviana (que saca cuatro puntos al descenso y querrá lograr el objetivo cuanto antes) y en la última jornada en La Balastera al Pontevedra.Este último, líder, aventaja en dos puntos al segundo. Podría llegar como campeón al estadio palentino. O no. Nadie dijo que fuera sencillo.

Y luego están los rivales. El Bergantiños, cuarto, suma sus mismos puntos y la consiguiente presión por ganar. Por detrás, el Coruxo debe recortar dos puntos. Y el Compostela no tiene margen de error.