La concejala de Turismo del Ayuntamiento, Laura Lombraña, presentó ayer al resto de grupos municipales los objetivos y estrategias para conseguirlos que se recogen en el Plan de Impulso al Turismo de la Ciudad de Palencia 2020-2023, y que pasan por impulsar el carácter «sostenible, innovador, accesible y seguro» de la ciudad, para convertirlo en un destino turístico que ofrezca al visitante «experiencias que conectan con el medio ambiente y la cultura local».

Las conclusiones del estudio reflejan que la capital se establece como la puerta de entrada a una provincia con atractivos sorprendentes como el Románico, el Camino de Santiago, el Canal de Castilla, las villas romanas de La Olmeda y La Tejada o la Montaña Palentina, lo que permite «ofrecer una visión compartida que, a juicio de los expertos, se establece como vital para el éxito del plan», agregó.

Oportunidades. Las conclusiones del análisis realizado por la empresa TMR Experience determinan que Palencia debe venderse al exterior como destino inteligente, aportar por su carácter verde, adhiriéndose a sellos de reconocimiento a nivel continental. También debe aprovechar su ubicación geográfica, en pleno corazón del Corredor Atlántico Europeo; continuar con la mejora de su producto gastronómico; y desarrollar un catálogo de productos turísticos vinculados a los atractivos de capital y provincia.

En cuanto a las limitaciones que padece están la ausencia de una visión compartida por parte de todos los actores, públicos y privados; la necesidad de mejorar el aprovechamiento de los recursos disponibles; la limitada capacidad de alojamiento, que está «orientada al cliente de paso y la demanda local»; y el escaso uso de las nuevas tecnologías.

Retos. A partir de este análisis, el  Plan de Impulso fija 15 retos que hay que afrontar para dar un vuelco a la dinámica actual; se agrupan en cuatro áreas: fortalecimiento de la estructura y gestión del sistema, la implicación de los residentes en el desarrollo, la mejora de la competitividad del sector y el incremento del posicionamiento de la ciudad en los mercados nacionales e internacionales.

Así, propone un modelo que siga las directrices del desarrollo sostenible e inteligente, además de los principios del denominado slow travel, o de tranquilidad; que promueve la gobernanza participativa, y que tiene un enfoque de mercado muy claro.

En lo que respecta a los productos, estos se dividen en estratégicos o fundamentales, de alto potencial, a desarrollar selectivamente y por aprovechar. Dentro de los primeros, se apuesta por profundizar en la cultura, la gastronomía el city break (corta estancia) y las rutas por toda la provincia. En los segundos, se indican las ofertas familiares, la práctica deportiva, las actividades en la naturaleza o las reuniones, congresos, eventos, etc.

Entre los terceros, el aprendizaje de español, el caravanning, las personas mayores y los viajes organizados. Y en los cuartos, los negocios y las excursiones de día.

Respecto a dónde hay que lanzar la caña del turismo, a los habituales se suman otros como Cataluña y, ya fuera de España, Reino Unido y Alemania.

«La elaboración del Plan de Impulso al Turismo de la Ciudad de Palencia cuenta con un eje temporal de tres años (2020-2023), pero el proceso estratégico no debe acabar nunca, puesto que este es un proyecto de ciudad en el que todos debemos contar y participar», aseguró Laura Lombraña,