Editorial

Necesidad, conveniencia y empoderamiento de la lectura

Diario Palentino
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Es cuestión de tiempo recuperar las cifras previas a la pandemia, que, por cierto, ha ayudado a redescubrir el libro

Dan fe de ello los sociólogos y los psicólogos y lo reconocen los libreros y los bibliotecarios: las restricciones de movilidad e interrelación social durante los peores momentos de la pandemia del covid-19 han favorecido la lectura. 

Para muchos ha sido una vuelta a un hábito adquirido que habían relegado a un segundo plano, para otros muchos el descubrimiento o la vuelta a un placer que tiene mucho que ver con el ocio saludable y la ocupación útil del tiempo libre, y para algunos ha llegado a convertirse en una especie de terapia, en un refugio para abstraerse de la cruda realidad. La lectura ha actuado como un parapeto contra el miedo, la incertidumbre, la soledad forzosa y el confinamiento; ha servido de estímulo, de acicate y de entretenimiento; ha sido invitación a la reflexión, al diálogo, a la tertulia online y puerta abierta al encuentro con los autores clásicos, con los grandes pensadores y con los escritores noveles. Ha motivado guiones, ha favorecido encuentros en la red y ha llegado a pulsar la vena literaria de quienes sabían que la tenía y hasta de quienes desconocían esa faceta propia.

 No ha sido fácil, sobre todo a la hora de la adquisición de libros o de los préstamos en las bibliotecas, sobre todo durante los primeros meses de confinamiento en 2020, pero poco a poco las opciones se han ido ampliando y, aunque con restricciones, ha sido posible comprar o alquilar con cita previa. Y cuando la presencialidad ha vuelto a cobrar fuerza, se ha traducido en un buen número de visitas tanto a los establecimientos como a esos grandes guardianes de la lectura y la cultura, que son las bibliotecas. En la pública de Palencia  los préstamos en 2021 se incrementaron casi un 29 por ciento con respecto a 2020, sumando más de cincuenta y seis mil el año pasado frente a los 43.748 del anterior. La cifra es todavía muy baja si la comparamos con la última de la prepandemia (132.668), pero refleja una recuperación al hilo de la mejoría de la situación sociosanitaria y de ese gusto redescubierto o recién adquirido al que hacíamos referencia. 

En realidad, todo está pendiente de la normalización de la vida cotidiana, de manera muy significativa en este ámbito de la cultura. Se va perdiendo el miedo a las salas de cine y de teatro, los conciertos ganan en público, colectivos y administraciones recuperan eventos lúdicos y celebraciones tradicionales, el comercio nota cierta subida y en el hostelería y el turismo el balance de la reciente Semana Santa no ha podido ser mejor.

Es una cuestión de tiempo y de que no se produzcan nuevas escaladas importantes en los contagios que nos devuelvan a las restricciones duras, así que un día como hoy, el de la Fiesta del Libro cobra sentido para animarse  a visitar las librerías, a volver a las bibliotecas y a seguir leyendo. Los alumnos del colegio Santo Domingo de Guzmán sean bien cuánto empodera leer, puesto que acaban de ganar el VII Certamen Lectura en Público de Castilla y León. Cuanto antes se adquiera el hábito, mucho mejor.