Promesas renovadas

Carlos H. Sanz
-

El obispo agradece la entrega de los sacerdotes de la Diócesis pero también expresa su preocupación por la falta de vocaciones

Promesas renovadas

La catedral celebró ayer la misa crismal en la que el obispo, Manuel Herrero, respaldado por su presbiterio, consagró el Santo Crisma y bendijo los Santos Óleos. Un rito con un trasfondo importante porque incluye la renovación de las promesas sacerdotales.  

A ellos, a los sacerdotes, fue dirigida su homilía. Primero con palabras de agradecimiento por su «servicio diario al pueblo de Dios», para recordar a todos los presentas que el Señor les ha elegido «no por méritos sino por su bondad». «Hoy, hermanos, tenemos que dar gracias a Jesucristo, que nos hace capaces, se fía de nosotros y nos ha confiado el ministerio, es decir, continuar su servicio siendo «memoria viva del Señor», «sacerdotes  entre Dios y los hombres» y «reyes-pastores, al servicio del Señor y  al servicio del Pueblo».

Pero también para mostrar su preocupación.  «Somos cada vez menos y más envejecidos; solo hay 33 sacerdotes menores de 65 años», aseveró Manuel Herrero, que sí recalcó que la iglesia está «sembrando para el futuro» pero animó a los sacerdotes a «tomar en serio el ministerio y buscar colaboradores».

«Hay una pregunta que tenemos que hacernos: ¿Cuántos seremos dentro de poco? No tengamos  miedo de hacérnosla. ¿Hemos preparado al laicado? ¿Hemos preparado a la gente para que siga con la evangelización, para que siga con la pastoral en la Iglesia? Yo no me atrevo a ser profeta y decir qué pasará. A mi me inquieta, me preocupa», aseveró el obispo. 

«Y sigamos con la oración; que el Señor mande vocaciones, pero también nos prepare para entregar  nuestro don  ahora, cuando somos menos, a quien pueda colaborar con nosotros. Os animo a seguir adelante», finalizó.