Qué noche la de aquel 26-M

CARLOS H. SANZ&J.L.R.
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Se cumple un año de una cita electoral cuyo ganador, el Partido Socialista, terminó sin gobernar la capital y que procuró una de las coaliciones de gobierno más singulares en la historia del Ayuntamiento de la capital

Qué noche la de aquel 26-M - Foto: Óscar Navarro

La historia de cómo fue posible que un concejal de Ciudadanos llamado Mario Simón terminase siendo alcalde de la capital comenzó hace un año, el 26 de mayo, tras una campaña anómala y unas elecciones municipales en las que parecía que el Partido Socialista iba a recuperar el Ayuntamiento de la capital tras ocho años de gobierno del Partido Popular.

Ayer, la propia Miriam Andrés recordaba en Twitter que «hoy hace un año que Palencia nos concedió la confianza en las urnas para construir un proyecto de ciudad». «No pudo ser porque lo que la ciudadanía nos dio, otros nos lo arrebataron. No desistimos, seguimos trabajando. No olvidaremos ese apoyo. Mucho por hacer, ¡gracias!», terminaba el tuit de la hoy portavoz socialista.

Efectivamente, aquel 26 de mayo la candidatura de Andrés se alzaba como la fuerza más votada y la dirigente socialista se perfilaba como la próxima alcaldesa, la primera que iba a tener la ciudad en su historia, tras haber sumado 11 concejales, tres más que en el anterior mandato, gracias a los 16.303 apoyos, el 37,8% del total. 

El bajón sufrido por Ganemos Palencia -que pasó de cuatro a solo un edil tras suma solo con 2.403 votos- y la decepción de Podemos, cuya candidatura solo arañó 1.436 apoyos,  imposibilitaban un gobierno de izquierdas, lo que en la práctica restaba fuerza a su posición de ganadora y hacían que el resultado final del Ayuntamiento dependiese de los votos de Ciudadanos, como a la postre sucedió.

Con los resultados en la mano, Partido Popular, Ciudadanos y Vox sumaban los 13 ediles que garantizaban un tercer mandato a Alfonso Polanco, pese a que el desgaste de 8 años de gobierno hizo que los populares obtuviesen los peores resultados en su historia: 14.366 votos, el 33,36% del total.

Eso era lo que parecía aquella noche de hace un año, aunque Polanco sabía que no tenía más remedio que encomendarse a un pacto con Ciudadanos y Vox si quería un tercer mandato. 

Hoy, desde la distancia, el exalcalde tiene claro que «con lo que estamos viviendo, nunca como ahora es tan necesaria la política del Partido Popular». «Con nuestros aciertos y errores hemos constituido un Gobierno estable dialogante y sensato», asevera.

Las huestes de Ciudadanos, encabezadas por Mario Simón, vivieron una noche agridulce. Pese a superar los votos conseguidos hace cuatro años -5.138 frente a 4.388- se quedaron con los mismos concejales, tres.  

El propio Simón reconocía esa noche que la expectativas en las filas de la formación naranja eran más altas, pero al menos en sus manos estaba el hacer alcaldesa a Miriam Andrés o alcalde a Alfonso Polanco.

Un año después reconoce estar «muy satisfecho con el equipo de trabajo que se ha creado». «Siempre ha estado por delante la profesionalidad y trabajo por Palencia por encima de las siglas. Hemos sido capaces de constituir un grupo humano, tanto en la relación personal como en la profesional», añade.

La noche tuvo una cuarta protagonista. Los 2.633 votos conseguidos por Vox, el 6,11% del total, permitían a Sonia Lalanda regresar al Consistorio capitalino. En las filas de las formación de Santiago Abascal esperaban un resultado mucho mejor, pero esa noche no eran aún conscientes del papel que iban a jugar en la elección de la nueva corporación ni el mandato. 

Superado el período de prueba del nuevo equipo de Gobierno, Lalanda reconoce que «aunque desde la perspectiva ideológica Vox está más cerca de PP y Cs y por eso nuestra tarea en el Ayuntamiento es respaldar su labor de Gobierno, ni por un lado ni por otro hay un proyecto de ciudad».

En el lado contrario del arco ideológico, la edil de Ganemos, Sonia Ordóñez, cree que «a pesar del año transcurrido y las promesas hechas por el equipo de Gobierno, muchos procesos siguen dilatándose en el tiempo».

Diputación y cortes. El color del mapa de la provincia atendiendo a los partidos que gobiernan los 191 municipios tras las elecciones de mayo y los pactos políticos en la formación de las corporaciones, que también los hubo, fue predominantemente azul.

El Partido Popular alcanzó la alcaldía en 143 de los 191 municipios, es decir, en siete de cada diez ayuntamientos. Con estos datos, y tras el reparto de escaños en los siete partidos judiciales de la provincia, el PP mantuvo la mayoría absoluta en la Diputación, cuyo gobierno volvió a recaer en Ángeles Armisén y en otros 13 diputados populares.

En cuanto a las elecciones autonómicas, el PP sumó tres procuradores, los mismos que el PSOE, aunque la noticia fue la entrada del candidato de Cs por Palencia, Juan Pablo Izquierdo. Los socialistas,  con el 100% del escrutinio, sumaban 34.807 votos, que representaban el 35,91%; los populares, por su parte, tenían 33.467 votos, que suponían el 34,53%; y Cs logró 14.626 apoyos (15,09 %).