La deuda pública de Castilla y León sigue su imparable camino ascendente y cerró el pasado ejercicio en una nueva cifra récord de doce mil novecientos treinta y dos millones ciento treinta mil euros. Lo que traducido a números equivale a 12.932.130.000 euros. Una cuantía que supone un importante salto en la tenaza que el endeudamiento regional supone sobre el producto interior bruto autonómico, que durante el pasado ejercicio, marcado por la pandemia de la covid-19, redobló su presión y alcanza ya al 24 por ciento del PIB. Esto supone 3,1 puntos más que al cierre de 2019, un incremento en la presión de la deuda sobre elPIB superior al de los últimos siete años juntos. De hecho, desde 2014 hasta principios de 2020 la presión de la deuda pública sobre el PIBregional había sido inferior al tres por ciento.Respecto a la media nacional, la Comunidad fue la séptima de España que más aumentó su ratio de deuda sobre el PIB, con una tasa superior en 0,8 puntos a la media estatal. Así, el pasivo de Castilla y León supone ya uno de cada cuatro euros de su producto interior bruto, lejos, muy lejos todavía las cifras nacionales, donde la relación entre deuda y PIB supera con creces el 120%.
A pesar del repunte, lo cierto es que la Comunidad es la décima en porcentaje de pasivo sobre producto interior bruto (24 por ciento), situándose incluso por debajo de la media estatal del 27,1 por ciento y muy alejada de la Comunidad Valencia (48,6%) y Castilla-La Mancha (39,7%).
No obstante, en el caso autonómico, el notable incremento de la presión de la deuda sobre el PIB se esconde tras el brusco descenso del indicador durante el pasado ejercicio a causa de la pandemia de la covid-19. En resumen, la deuda viva de Castilla y León creció un 3,67 por ciento más que el anterior, lo que equivale a un aumentó de 459 millones de euros. No obstante, el pasivo autonómico, que durante el tercer trimestre rompió el techo de los 13.000 millones de euros, se redujo a finales de año.
Unas cifras que para la Junta de Castilla y León sitúan a la Comunidad en una «buena posición relativa» que «permite conservar la octava posición en la lista de territorios menos endeudados de España», por detrás de Canarias, País Vasco, Madrid, Navarra, Galicia, La Rioja y Asturias. «Esto denota la responsabilidad con la que la Junta viene utilizando esta fórmula de financiación, respetando en 2020 nuevamente los límites al endeudamiento fijados por la normativa de estabilidad presupuestaria», aseguran desde el Ejecutivo autonómico.
Además, desde Economía destacan como, el Banco de España contabiliza en 3.178 millones de euros la deuda de otras empresas públicas que pertenecen a las Comunidades Autónomas, que no están incluidas en el perímetro SEC 2010, «sin que Castilla y León tenga asignada ninguna cuantía adicional».
Hasta 2044.
Lo cierto es que el calendario que maneja la Consejería de Economía y elGobierno regional revela que la Comunidad tiene, actualmente, vencimientos de deuda pública comprometidos hasta el año 2044. Sin embargo, durante los tres próximos ejercicios tendrá que hacer frente al pago de casi 3.000 millones de euros, cifra que se dispara hasta los 6.000 millones antes de 2025. De hecho, el constante incremento del pasivo autonómico se deja notar en los Presupuestos Generales de la Comunidad, que para este año destinan uno de cada diez euros a hacer frente al pago de los créditos firmados.
En total, 1.423 millones de los más de 12.200 aprobados por las Cortes serán absorbidos por la deuda pública. De igual forma, la deuda per cápita en Castilla y León también se incrementó el pasado año, y escaló hasta los 5.385 euros por habitante, 191 euros más que en 2019 y 3.500 más que hace una década, aunque por debajo de la media nacional de 6.421 euros.