La pasión de Cristo se vive en las calles

Noelia Tadeo
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Las cofradías organizan 17 desfiles en la capital para recordar la condena, muerte y resurrección del Señor

La pasión de Cristo se vive en las calles - Foto: Sara Muniosguren

La Semana Santa palentina tiene ciertas peculiaridades que la convierten en única. No solo el hecho de haber recibido la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional en el año 2012, sino su atractivo cultural y artístico, acompañados del arraigo popular de los distintos desfiles y la unión de las cofradías, han contribuido a la perdurabilidad en el tiempo y a que la manifestación religiosa siga patente en cada palentino y despierte la curiosidad de vivirla, al menos una vez, en los foráneos. 

Las señas de identidad de la Semana de Pasión son claras y en Palencia no se puede pasar por alto el tararú, el único sonido que en muchas ocasiones rompe el profundo silencio que reina en las procesiones, para indicar las paradas y la reanudación de cada cortejo con el toque de la trompeta.

También se caracteriza por su sobriedad y solemnidad, por las tradiciones que se mantienen y por las devociones arraigadas, así como por la estética austera de las cofradías, cuyos trajes, cada uno con el color indicativo de su colectivo, marcan su origen. 

La pasión de Cristo se vive en las callesLa pasión de Cristo se vive en las calles - Foto: Juan MelladoNo solo lo visible es importante en la Pascua palentina; sino también lo son los sentimientos. Alegría, dolor, tristeza, coraje y esperanza se dejan ver estos días, desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección. 

Escenificar cada uno de ellos, así como la condena, muerte y resurrección del Hijo de Dios es la aspiración de las cofradías y hermandades y lo hacen a través de las 17 procesiones y los distintos actos organizados para conmemorar la Semana Santa que se llevarán a cabo desde mañana hasta el domingo 9 de abril.

En total son 40 los pasos procesionales que recorren las calles de la capital durante diez días. Todos ellos de gran belleza y realismo, atribuidos a escultores de la talla de Alejo de Vahía, Víctor de los Ríos o Miguel Ángel Rojo, entre los artistas contemporáneos. Gracias a ellos se revive cada año la oración en el Huerto del los Olivos, el prendimiento, el dolor de María al perder a su hijo, la crucifixión y el entierro en el Santo Sepulcro, entre otros momentos de la Pasión de Cristo. 

La pasión de Cristo se vive en las callesLa pasión de Cristo se vive en las calles - Foto: Sara MuniosgurenSin duda alguna, hay ciertos instantes que marcan esta larga tradición religiosa, que cuenta ya con más de seis siglos de historia, como la llamada a los hermanos. Es uno de los actos más destacados a la par que sencillo, pues un cofrade, ante la atenta mirada de cientos de curiosos y devotos, al toque de la corneta, golpea con su vara las puertas de una cofradía para avisar al resto de hermanos de que ha llegado el momento de acudir a la procesión. 

Igual de importante es la función del Descendimiento para bajar de la cruz al Cristo del Desenclavo, escenificada cada tarde de Viernes Santo por la real cofradía penitencial del Santo Sepulcro, archicofradía de las Cinco Llagas de San Francisco y cofradía de San Juan Bautista a las puertas de la catedral. A las 19,30 horas, una comitiva de cofrades, ataviados con su hábito procesional blanco, pero sustituyendo capa y capillo por un escapulario negro –en recuerdo a los frailes que representaron tiempo atrás dicho acto – y cogulla para preservar la identidad de los participantes, retira la imagen articulada, obra de Miguel Ángel Rojo (2003), de la cruz para depositarla en el lecho que acabará en el sepulcro. Y, tras una breve oración, los hermanos trasladan el cuerpo al interior de la catedral bajo el rasgado tañer de la campana de difuntos. Un emotivo acto marcado por una estudiada puesta en escena y un gran cuidado. Además, un narrador relata a los asistentes la historia que envuelve el momento, al tiempo que enseña cada elemento de la Pasión, como la corona de espinas y los clavos. 

El calendario. Es cierto que los eventos de Semana Santa comenzaron hace días con el Pórtico, así como con diversos actos litúrgicos organizados en las sedes de las cofradías capitalinas. El jueves, el pregón de Vicente Díez Llamas dará inicio oficial a una edición más y dejará paso a los desfiles procesionales que se prolongarán hasta el Domingo de Resurrección, cuando María se reúna con su hijo a las puertas del Ayuntamiento, en la plaza Mayor, en el desfile del Rompimiento del Velo, uno de los más alegres del ciclo.

La pasión de Cristo se vive en las callesLa pasión de Cristo se vive en las calles - Foto: Juan MelladoEl viernes tendrá lugar la primera procesión de la Semana de Pasión: La Sentencia, organizada por la hermandad penitencial de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y de María Santísima de la Esperanza, en la que se escenifica la condena a muerte de Cristo a través de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia (Ventura Gómez Rodríguez, 2011).

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La pasión de Cristo se vive en las calles - Foto: Juan Mellado

A esta le seguirán Piedad y Reconciliación, el sábado; la Entrada de Jesús en Jerusalén y el Santo Rosario que asciende hasta el Cristo del Otero, el Domingo de Ramos; Las Cinco Llagas, el Lunes Santo; El Prendimiento, el Martes Santo; Santo Vía Crucis y Luz y Tinieblas, el Miércoles Santo; Quinta Angustia, El Indulto y La Oración en el Huerto, el Jueves Santo; Silencio y Penitencia, Los Pasos y el Santo Entierro, el Viernes Santo; y, antes de la resurrección que cierra el ciclo de procesiones, El Dolor y la Soledad de la Virgen el Sábado Santo.