Era el Día de la Comunidad y a fe que se hizo honor al nombre. La parroquia de San Antonio mostró un año más el máximo espíritu solidario de sus vecinos. Bajo el lema Con todos construimos más, se unieron voluntades para colaborar en proyectos que benefician a las personas desfavorecidas y el objetivo se cumplió con creces.

«Para empezar, la eucaristía, con el coro y una gran participación de gente joven abarrotando la iglesia. Se trata de juntar a personas con distintas formas de ser y de pensar, ya sean creyentes o no, haciendo barrio», señaló a Diario Palentino Pedro Brouilhet, párroco del barrio de San Antonio.

A continuación se celebró la tapa solidaria, que elaboran establecimientos hosteleros del barrio o traen los propios vecinos desde sus casas para ponerlas a la venta entre los ciudadanos de la capital al precio de dos euros y la participación, en esta ocasión, de más de 70 jóvenes en el reparto, con la actuación del grupo de danzas del barrio. 

Un barrio con sello de solidaridad«Muchas elaboraciones destacaron por su gran calidad y preparación y han gustado mucho a los clientes», explicó el párroco. Igualmente, se vendieron al precio de un euro pulseras solidarias en la parroquia. Para culminar la jornada, por la tarde se celebró una olla solidaria junto a la iglesia coincidiendo con el Festival de Teatro, «que preparan todo el año un grupo de 50 jóvenes y adultos que ensayan semanalmente en el barrio», manifestó Pedro Brouilhet.

Para niños se representó la obra El robot desprogramado y para el resto de público Daniel y Juan en directo y A ritmo de comedia. Después de la función, entre las entradas solidarias se hizo el sorteo de un jamón. Con las actividades programadas en el Día de la Comunidad y los donativos de fila cero en cuentas bancarias se logró recaudar cerca de 5.000 euros para que Cáritas lleve a cabo dos proyectos en Turquía y Siria