El Palencia Cristo Atlético se ganó el derecho a soñar en las seis jornadas finales y, al contrario, el Langreo tendrá que ganarse el derecho a permanecer en Segunda RFEF tras un partido intenso, disputado y con opciones para dos equipos muy similares.

Fueron decisivos Frodo, como casi siempre, marcando el primer gol y participando en la definición del segundo, que firmó involuntariamente Lobato en su propia portería; y el debutante Miguel García, sustituto en la portería del habitual Guíller.

Dorian y Junior le dieron emoción a los minutos finales con un remate al palo y un disparo desde la frontal del área que aplazó la resolución del encuentro. El Palencia Cristo se acostaba el sábado en zona de play-off y los de Samu Baños con la angustia de que podrían terminar la vigesimoctava jornada en descenso en función de los resultados del domingo.

En este grupo en el que dos triunfos o dos derrotas te hacen pasar del cielo al infierno, en cada gol, cada punto, influyen todo tipo de detalles. Como que, después de muchas jornadas inamovible en el puesto, Guíller se quedara en el banquillo y en su lugar jugara como titular (ya había debutado) Miguel García, que contribuyó con sus intervenciones al triunfo. O que Alfredo Sualdea, Frodo, sea ese ariete cuyos goles suman puntos por el que suspiran tantos equipos.

El Langreo había firmado una primera vuelta casi inmaculada en el vetusto, aunque remozado, Ganzábal. Coqueteó con los puestos punteros durante bastantes jornadas y no había renunciado a ellos, aunque la tendencia parece indicar que tendrán que apretar los dientes para salvar la categoría.

Salieron los palentinos apretando de inicio, con ocasiones de Álvaro García, aunque la más clara fue un mano a mano en el que, inexplicablemente, Frodo echó el balón fuera ante Adrián Torre. El de Aranda de Duero puede fallar una, pero acostumbra a acertar en la siguiente. Firmó su noveno gol de la temporada tras una larga jugada en la que Adri botó un saque de esquina y, tras varios rechaces, el balón le volvió a la banda derecha; controló, centró al corazón del área pequeña y el delantero se anticipó a su par para meter la puntera e inaugurar el marcador.

El encuentro estaba más que encarrilado para los de Rubén Gala, pero aún tendrían que sufrir para llevarse los tres puntos de la cuenca minera asturiana. Amenazaron Junior, de nuevo frenado por Miguel, y Dorian con un chut que hizo saltar astillas de la madera. Finalmente llegó el gol local, firmado por Junior y los fantasmas de Avilés volvieron a las cabezas de los morados.

Esta vez no se consumó la remontada y los 40 puntos dejan al equipo de Gala quinto, en una posición inmejorable, casi matemáticamente salvado (aún faltarían tres, como mínimo) y enganchados al pelotón de aspirantes a ocupar una de las dos plazas de promoción vacantes, fijas como parecen las de Adarve, Pontevedra y Navalcarnero. El próximo rival en visitar La Balastera (domingo 18 h) será también asturiano, un Marino de Luanco mucho más rocoso de lo que sus penurias clasificatorias puedan hacer suponer, aunque más asequible como visitante que como anfitrión.